El bienestar mental sigue ocupando un lugar destacado en la vida diaria de muchas personas debido a los acontecimientos de los últimos dos años. Y junto con esto, estamos viendo que la mentalidad hacia la actividad física está cambiando de querer darlo todo en el gimnasio a adoptar un enfoque más consciente para hacer ejercicio.
Sabemos que las actividades más suaves, como el yoga, el tai-chi y los estiramientos, contribuyen a reducir los niveles de estrés y a mejorar la concentración, por lo que su popularidad continúa aumentando a medida que muchos comienzan a ver el fitness como un refugio tanto para el cuerpo como para la mente. Y no solo tiene que ser con estas modalidades que encuentres el movimiento consciente, puedes simplemente tomar las técnicas como la respiración controlada y la meditación y aplicarlas antes, durante o después de cualquier ejercicio.
Es una técnica de relajación y meditación que viene del budismo que ayuda a reducir con gran efectividad el estrés.
*Conoce los beneficios que los expertos de Fitbit nos brindan para combinar las dos y consejos sobre cómo integrarlas en su rutina de ejercicios:
El año 2020 trajo nuevos factores estresantes y muchos cambios que continúan hoy, incluido cuándo, cómo y por qué las personas se activan. Los días de darlo todo en el gimnasio están pasando a un segundo plano a medida que las personas se dan cuenta de que un entrenamiento intenso es menos atractivo cuando se sienten estresados. En cambio, quieren que su ejercicio se duplique como alivio del estrés y la mejor manera de hacerlo es infundiendo atención plena.
Si bien hay un beneficio en presionar reproducir en su lista de reproducción favorita y distraerse durante un entrenamiento, estar demasiado distraído puede hacer que pierdas la conexión con tu movimiento y, por lo tanto, hacer que tu ejercicio sea menos efectivo y mentalmente menos beneficioso.
Sudar conscientemente no solo mejora tu técnica, sino que también puede mejorar tu salud mental. Tener conciencia de cómo te sientes antes, durante o después de un entrenamiento puede ayudarte a comprender los cambios que ocurren durante el ejercicio tanto física como mentalmente. Además, te permite abrazar verdaderamente la felicidad inducida por las endorfinas que se producen inmediatamente después del ejercicio.
Antes de comenzar un entrenamiento, establece una intención. Tener algo en lo que concentrarse durante una parte difícil del entrenamiento te recuerda para qué estás trabajando y, por lo tanto, es algo por lo te sientes bien.
“Di algo como: ‘Tomo un enfoque consciente de mi ejercicio y mi vida’, indica Lucas. “Recita este mantra todas las mañanas apenas te despiertes. Lo que les digo a los clientes es por qué no hacer que nuestro subconsciente nos ayude con la forma en que queremos vivir”.
Estar más presente con tu respiración ayuda a tomar conciencia de tu movimiento. “Inhala por la nariz y exhala por la nariz y observa cuánto tiempo puedes mantener la atención en el aire frío que entra y el aire caliente que sale”, sugiere Lucas.
“Después de practicar una práctica de respiración básica, puedes aplicar tu enfoque consciente de manera más intencional a tu entrenamiento y a cada ejercicio de tu programa. En su próximo entrenamiento, haz una pausa antes de un ejercicio desafiante y toma un par de respiraciones ligeras, lentas y bajas”.
Practicar la atención plena durante un ejercicio puede ser complicado, ya que nuestra mente tiende a desconectarse o, por ejemplo, comienza a pensar en nuestra lista de tareas pendientes. Aunque esto es normal, intenta volver a concentrarte en tu ejercicio cuando pierdas la concentración.
Para ayudar a limitar las distracciones, trata de encontrar un lugar tranquilo para hacer ejercicio. “Nada de música, podcast, audiolibro o televisión”, comenta John Turnbull de Immortal Palm Internal Martial Arts. “Evita esas distracciones que distraen tu mente de tu cuerpo y del entrenamiento. Ya sea que encuentres una habitación tranquila o en la naturaleza”.
¿Cómo alertar que se está atravesando por problemas de salud mental?
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