La procrastinación es el hábito de diferir o posponer el trabajo que se necesita listo, porque se ocupa tiempo en otras cosas menos importantes que no están relacionadas con actividades laborales, como ver las redes sociales o algún programa de televisión.
Cuando la procrastinación comienza a ser excesiva y la productividad decae, las consecuencias pasan factura en las actividades del día a día: acumulación exagerada de tareas por terminar, estrés laboral, poca energía, bloqueo mental, desorganización y muchas otras señales que te indican que se tiene que hacer algo para trabajar de forma eficiente y dejar de postergar. Por eso, Sylvia Rodríguez, nutricionista del equipo Magnesol, explica continuación como dejar el mal hábito de procastinar:
Se debe identificar qué es lo que está provocando la procrastinación. Tener claro el motivo el o los motivos de retraso ayudará en el buen cumplimento de las tareas o actividades, dejando de lado los círculos viciosos de actividades poco beneficiosas.
La alimentación repercute en muchos aspectos de nuestra vida diaria. Por eso, no es ninguna sorpresa que nuestra concentración y productividad en el trabajo sea uno de ellos. Para aumentar nuestra eficiencia en estas áreas será importante consumir alimentos como: palta, arándanos, lentejas, plátano, brócoli y semillas de calabaza o girasol, que gracias a su aporte de magnesio brinda la energía necesaria para desarrollar con éxito todas nuestras actividades diarias.
Es importante poder asignar fechas a todas aquellas tareas de beneficio implícito. Estas se deben añadir en el calendario con fecha máxima de entrega, de esta forma se generará urgencia y motivación para llevarlas a cabo.
La mayoría de veces, se utilizan excusas para justificar el no cumplir con las responsabilidades, ya que de esa forma evitamos sentirnos mal. El cansancio es una de las excusas típicas. Sin embargo, será importante identificar si se trata de una sensación física o emocional. De tratarse de esta última, lo ideal será recurrir a un especialista, ya que podría ser un indicador de depresión.
La concentración es sumamente importante para tener resultados positivos constantes. Elegir un buen espacio de trabajo y llevar una alimentación balanceada son piezas claves. Para potenciar la concentración y recordación, podemos recurrir a minerales como el magnesio, que contribuye en la concentración y la mejorara de la memoria. Si este no se obtiene en cantidad suficiente a través de la ingesta de alimentos, lo ideal será recurrir a suplementos alimenticios que lo contengan dentro sus componentes.
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