Cuando una pareja joven con hijos en común decide ponerle fin a su relación, muchas veces se ciega por los celos o el despecho y no piensa con claridad. Ya sea por inmadurez o poco control de sus emociones, hay quienes usan a los niños como arma de venganza y chantaje.
El psicólogo Ítalo Arrúe asegura que este tipo de conducta es común en los papás jóvenes porque todavía hay bastante inmadurez e inexperiencia. “Actúan cegados por impulsos y no pensando en el bienestar de los chicos. Trasladan el conflicto al concepto de familia, y hay que tener claro que siempre serán familia por más que estén separados”, explica.
Arrúe enumera los errores más comunes que cometen los papás jóvenes al separarse:
- Hablar mal al niño de papá o mamá y ponerlos en contra.
- Prohibir las visitas acordadas o poner pretextos para que no se realicen.
- Utilizar a los niños como espías y obligarlos a contar todo lo que ven o escuchan.
- Discutir y pelear en frente de los niños para después decir ‘Ves cómo me trata tu padre’.
- Iniciar nuevas relaciones (no necesariamente formales) y presentar a los salientes a los niños.
- Quieren controlar lo que sucede en la otra casa y creen que su forma de crianza es la mejor.
¿CÓMO DEBERÍAN ACTUAR LOS PAPÁS SEPARADOS?
- Comuniquen la noticia juntos y así evitarán que existan versiones distintas. Los niños y adolescentes tienen derecho a saber qué está pasando con sus padres, pero sobre todo conocer la verdad.
- Muchas veces los hijos se sentirán culpables de esta separación, es su deber reforzar que ellos no son culpables de nada. Al contrario, todo lo que hagan a partir de ese momento será solo en beneficio de ellos.
- No hables mal o critiques al otro progenitor solo porque estás despechada o despechado. Separa muy bien el concepto de ‘pareja’ y ‘papá de tu hijo’. Siempre serán familia. Con esta actitud, a quien perjudicas más es al pequeño.
- No discutan o alcen la voz delante de los chicos. Nadie dice que a partir de ahora todo será viento en popa. Claro que habrán discusiones, pero tienes que manejarlas con inteligencia emocional y recordar que los chicos no deben ver ese tipo de escenas.
- Cuando toque despedirte de tu hijo, no dramatices el momento o te muestres angustiado. Tu hijo entenderá que esa tristeza que sientes es porque se va y se sentirá culpable de tus emociones.
- Jamás pongan a tu hijo entre la espada y la pared, mucho menos los uses como espía o mensajero que lleva y trae información. Esta conducta podría desencadenar trastornos de ansiedad, estrés y mucha angustia en los pequeños.
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