Hay muchos niños que sufren alergias alimentarias. Se producen cuando el sistema inmunológico identifica la proteína de un alimento como una amenaza y reacciona de forma exagerada para proteger el cuerpo.
“Estas alergias suelen desarrollarse por una combinación de factores genéticos y ambientales. Es decir, si los padres o hermanos tienen alergia a un alimento, el niño puede desarrollarla, pero no necesariamente a ese mismo alimento ni tener los mismos síntomas”, aclara Erick Olivera, pediatra de la Clínica Ricardo Palma.
Pero ¿cuáles son las señales que indican que se está presentando una alergia? Olivera las detalla:
- Picazón en la garganta o en la boca.
- Presencia de ronchas o manchas rojas en la piel.
- Hinchazón de la cara, lengua, ojos y hasta garganta.
- Dificultad para respirar o sensación de opresión en el pecho.
- Dolor abdominal acompañado de náuseas, diarreas y vómitos.
“Ante alguna de estas señales, llevar inmediatamente al menor al centro médico porque se puede presentar un shock anafiláctico (afectación cardiovascular con caída de la presión arterial), que puede ser mortal. Evitemos provocar las náuseas o caer en la automedicación. Hay que mantener al niño tranquilo”, aconseja el experto.
Entre los alimentos que suelen producir alergias están: leche, huevos, maní, frutos secos, trigo, soya, pescado blanco o azul y mariscos.
DATITOS
- Es importante que enseñemos a nuestros niños a detectar qué les produce alergias. Así evitarán los alimentos que las generan y, en el caso de que suceda, comunicar de forma oportuna.
- La mayoría de las alergias alimentarias desaparecen, sin embargo, depende del tipo de alimento. Las alergias a los maníes, frutos secos, pescados y mariscos suelen ser de por vida.
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