
Ver a tu hijo morderse las uñas puede generar mucha preocupación, sobre todo si lo hace a cada rato o hasta lastimarse. Esta conducta va más allá de un mal hábito, es una forma de expresar sus emociones.
La psicóloga Juliana Sequera engloba las causas más comunes y qué deben hacer los padres:
ANSIEDAD O ESTRÉS. El niño lo hace para calmarse ante situaciones que le generan tensión, miedo o inseguridad. Es una forma de autorregulación.
IMITACIÓN. Si ven que un adulto o compañero se muerde las uñas, pueden repetir la conducta sin entender su origen.
PRESIÓN EMOCIONAL. Cambios en la rutina o problemas en la escuela pueden generar una carga emocional que el niño no sabe expresar con palabras y canaliza con este hábito.
COSTUMBRE. A veces lo hacen de forma inconsciente. Comenzaron por alguna razón (como ansiedad o imitación) y luego no pueden controlarse.
¿QUÉ HACER PARA CORREGIR ESA CONDUCTA?
Si tu hijo se muerde las uñas constantemente, no te alarmes. Este hábito puede tener solución con estrategias simples. Aquí te decimos qué hacer.
NO LO CASTIGUES NI AVERGÜENCES. De hacerlo, aumentarás su ansiedad.
REFUERZA CONDUCTAS POSITIVAS. Reconoce los momentos donde no se come las uñas.
OFRÉCELE ALTERNATIVAS. Puedes darle un objeto antiestrés o enseñar técnicas para manejar la ansiedad.
ESCÚCHALO. A veces, solo necesita ser escuchado para reducir la tensión que siente.
DATITO
Regañar o castigar solo empeora el hábito. Lo más efectivo es comprender y atender la causa emocional detrás de la conducta, en lugar de enfocarse únicamente en corregirla.










