
A menudo escucho que no quieren esterilizar a su mascota porque les da pena o porque piensan que solo es necesario si hay riesgo de cruce. Pero la verdad es que la esterilización no solo evita camadas no deseadas, también ayuda muchísimo a la salud y el comportamiento de nuestros engreídos.
En las hembras, reduce el riesgo de tumores mamarios y elimina infecciones en el útero que pueden ser mortales. En los machos baja la agresividad, evita el cáncer testicular y reduce el marcaje con orina o las fugas buscando pareja.
He visto muchos perritos atropellados que salieron corriendo por estar en celo. Es el instinto, no es su culpa. Esterilizar no es hacerles daño, es cuidarlos mejor. Es una decisión de amor y responsabilidad que les puede alargar la vida.

No esperemos a que se enfermen o a que sea tarde. Si los queremos, también cuidamos su salud con hechos y no solo con palabras.
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