
A veces buscamos la tranquilidad en grandes decisiones, cuando en realidad está en lo cotidiano: en lo que haces, piensas y repites sin darte cuenta. Esos pequeños gestos, sostenidos día a día, pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar. Aquí te compartimos algunas actitudes que te ayudarán a reducir el estrés y enfocarte mejor.
1. RESPIRA CONSCIENTEMENTE
Detente varias veces al día y haz tres respiraciones profundas. Inhala por la nariz, retén unos segundos y exhala lentamente por la boca. Este simple ejercicio reduce la tensión y te devuelve al presente.
2. ORDENA TU ESPACIO
Dedica algunos minutos del día a mantener despejado tu escritorio o limpia tu habitación. El orden visual reduce el caos mental y te da una sensación inmediata de control y claridad.
3. ANOTA TUS PENDIENTES
Escribir lo que tienes que hacer libera la mente del peso de recordarlo todo. Una libreta o app basta para organizar tus ideas y disminuir la ansiedad.

4. DESPIERTA SIN PANTALLAS
Los primeros minutos del día marcan tu energía. Evita mirar el celular apenas abres los ojos; en su lugar, estira el cuerpo o toma tu café en silencio. Notarás cómo baja tu nivel de estrés.
5. AGRADECE ANTES DE DORMIR. Cada noche piensa en tres cosas buenas que te hayan ocurrido. Este hábito entrena tu mente para enfocarse en lo positivo y te ayuda a descansar.










