Ver a tu hijo gordito puede causarte ternura, pero lo cierto es que debes preocuparte ya que corre el riesgo de caer en la obesidad, trastorno que está aumentando a gran velocidad en el Perú. Y las cifras no mienten. Tres de cada diez niños tienen acumulación excesiva de grasa corporal perjudicial, alerta la Organización Panamericana de la Salud y el Instituto Nacional de la Salud (INS).
CAUSAS
La doctora Dayana Barriga Rodriguez, magíster en nutrición pública y coordinadora académica de la carrera de Gastronomía y Gestión de Restaurantes de la USIL, explica que un niño obeso presenta un peso excesivo en relación a su talla y edad porque tiene una ingesta inadecuada y desmedida de alimentos calóricos, cargados de grasas saturadas y azúcares simples, como son los snacks, gaseosas, jugos en caja y golosinas en general.
A su vez, las actividades al aire libre que le permiten un desgaste de energía posiblemente se han reemplazado por horas frente al televisor o a los dispositivos tecnológicos (tablets, laptops y celulares), afianzando el sedentarismo.
También es probable que su alimentación en casa sea pobre en fibra, vitaminas y minerales.
“Es importante tomar conciencia de que la obesidad en edades tempranas está asociada a múltiples padecimientos: problemas en las articulaciones, cansancio excesivo, alteraciones del sueño, enfermedades cardiovasculares y maduración prematura, principalmente en las niñas, adelantando su menstruación y deteniendo su crecimiento físico”.
A NIVEL EMOCIONAL
Los niños con obesidad infantil por lo general presentan baja autoestima y estrés, ya que no pueden desarrollar actividades normales para su edad que implican movimiento. Este es el motivo por lo que sus compañeros los apartan.
VIGILA SU ALIMENTACIÓN
Evita las frituras, procura que las comidas estén acompañadas siempre de verduras, pescados azules o de carne oscura como el bonito, jurel y caballa (ricos en Omega-3 que ayuda al desarrollo cerebral del niño). También haz que beba agua pura o de frutas naturales sin azúcar e incrementa su actividad física.
SABÍAS QUE:
* Hasta los tres años es donde se forman los hábitos alimentarios del menor y se sientan las bases para su correcto crecimiento y desarrollo físico e intelectual.
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