Celebrado desde 1954 y creado como una fecha para recordar los derechos de los niños, el Día del Niño es una gran oportunidad para que muchos padres refuercen hábitos positivos que permitan un desarrollo correcto y saludable.
“El Día del Niño es la fecha perfecta para recordar que nuestros niños necesitan de nuestra atención, dedicación y cuidado no solo desde la salud física, sino también desde la nutrición y la salud mental”, indicó la Dra. Mónica Ramírez, jefe de Programas Preventivos de Sanitas.
Buenos hábitos en los niños
Por ello, la Dra. Ramírez recomienda fomentar estos hábitos en nuestros niños:
Manténgalo hidratado:
Explíquele a tu hijo por qué es importante que beba agua y dé el ejemplo: beba agua delante suyo y opte por el agua frente a otras bebidas. Como consejo, Ramírez indica que puede saborizar el agua naturalmente, incorporando una rodaja de naranja, limón o pepino.
Dediquen un tiempo al juego:
Priorice los juguetes que estimulen a sus niños, sobre todo, si tiene uno pequeño. Brindarles un espacio con fácil acceso a pelotas, cuerdas para saltar y otros juguetes lo mantendrán activo y promoverán hábitos saludables relacionados al ejercicio.
Comuníquense de manera afectiva y efectiva:
Muchas veces se comete el error de centrar el cuidado del niño en diversos aspectos, menos el sentimental. Crear espacios de comunicación cercana, en donde el niño tenga la confianza de expresar sus propias opiniones es esencial. Fíjese en lo que dicen, en cómo lo dicen, y hágale preguntas para que se sientan escuchados y comprendidos.
Enséñele a entender sus emociones en todo momento:
Parta desde el hecho de que ninguna emoción es mala. En ocasiones, los niños y niñas sienten rabia o miedo y no son capaces de entender por qué. Reflexione con ellos para que sepan la emoción que sienten, le den nombre y aprendan a gestionarla.
Recuerde que el cuidado de un niño debe ser integral durante su desarrollo. Acompañe su cuidado con visitas periódicas al médico, revisiones preventivas, una alimentación correcta y brindándole espacios de conversación y expresión seguros. Así, su niño tendrá un desarrollo óptimo.