
La Declaración de la Independencia del Perú, el 28 de julio de 1821, fue una fiesta popular nunca antes vivida en Lima, porque la ceremonia de proclamación del general don José de San Martín, al mando de Ejército Libertador, congregó a miles de personas que celebraban mientras repicaban las campanas de los templos y los cañones disparaban salvas.
De esa fecha se cumplen 204 años esta semana y se recuerda que, tras el ingreso a Lima del Ejército Libertador con San Martín, después del abandono de las tropas realistas del virrey José de la Serna, el 15 de julio de 1821 se reunió el cabildo de la ciudad y suscribió el Acta de la Independencia del Perú.
Con la bandera peruana en la mano que él mismo diseñó y ante 16 mil personas reunidas en la Plaza Mayor (de Armas), es decir, la cuarta parte de la población limeña de entonces, José de San Martín exclamó ese sábado 28 de julio de 1821: “Desde este momento el Perú es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende. ¡Viva la patria!, ¡viva la libertad !, ¡viva la independencia”.

Culminada la ceremonia, San Martín y su comitiva acudieron sucesivamente a la plazoleta de La Merced, la Plaza de la Inquisición (hoy Plaza Bolívar, frente al Congreso) y la Plaza de Santa Ana para repetir la proclamación de Independencia. Cuatro veces se proclamó ese día al Perú como independiente y soberano.
DATITO
Durante tres horas José de San Martín y sus acompañantes recorrieron las tres plazas donde se proclamó la independencia luego de la ceremonia central en la Plaza de Armas. Más tarde, a pie, el libertador cruzó el puente de piedra sobre el río Rímac y una multitud lo recibió en la Plaza de Acho para una corrida taurina. Al día siguiente, el domingo 29 de julio por la mañana, el arzobispo de Lima, Bartolomé de Las Heras, ofreció un Te Deum en la Catedral.










