Ya sea por abandono, extravío o tras haber sufrido una enfermedad, hay perros que pierden peso de forma drástica al punto de que sus costillas se palpan con facilidad. Hacer que ganen kilogramos es tarea urgente que, como dueño o adoptante, puedes llevar a cabo.
La doctora Luz Marina Vidal, de la Clínica Veterinaria ‘Surco’, explica que cuando un perro no come, el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre baja y eso deteriora el funcionamiento de sus riñones, cerebro, corazón y músculos.
Además, el metabolismo del animalito se enlentece y su organismo utiliza las reservas de grasa como fuente de energía, adelgazándolo aún más.
La especialista sugiere alimentarlo con insumos ricos en hierro y minerales, como hígado y bazo de res. Complementar con zanahoria, leche de vaca, trozos de carnes cocidas (sin huesos), arroz, avena y abundante agua. Otra opción es darle comida balanceada para cachorros.
MÁS RACIONES
Hay que empezar a alimentarlo de forma gradual. Es decir, ofrecerle una ración de comida cada cuatro horas. Así su estómago se va adaptando al nuevo régimen de nutrición. A los dos meses, el perro debería llegar a un peso óptimo.
Sabías que:
* El perro desnutrido no debe tener acceso libre a su comida, ya que puede sobrealimentarse y tener problemas serios de digestión.
* Evite darle carne molida a un perro bajo de peso. Este alimento pasa muy rápido por su tracto digestivo y no lo asimila, manteniendo la delgadez.
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