
La anemia en bebés es un problema frecuente en nuestro país, pero existe una herramienta natural y poderosa para prevenirla: la leche materna.
La nutricionista materno-infantil, Judith Soto, nos explica por qué este alimento es clave para proteger al bebé durante sus primeros meses de vida.
¿Por qué la leche materna es la primera protección natural contra la anemia en los bebés?
Porque contiene más de 250 componentes que favorecen el desarrollo óptimo del bebé. Además, aporta inmunoglobulinas que protegen su sistema digestivo y refuerzan su inmunidad.
¿Tiene nutrientes clave?
El hierro de alta biodisponibilidad, vitamina C que mejora su absorción, y proteínas como la transferrina y lactoferrina, que ayudan a transportarlo y regularlo.
¿Es cierto que el hierro de la leche materna se absorbe mejor y más rápido?
Sí. Es más fácilmente absorbido por el organismo del bebé, a diferencia del que contienen las fórmulas o alimentos sólidos.
¿Hasta qué edad se recomienda la lactancia materna exclusiva?
Durante los primeros seis meses de vida, y continuar con lactancia complementaria hasta los dos años o más.
¿Qué pasa si una madre lactante tiene anemia? ¿Afecta la calidad de su leche?
No. El cuerpo da prioridad al bebé y asegura que reciba los nutrientes necesarios. La que se ve afectada es la madre, ya que sus reservas disminuyen.
¿Y si el bebé es prematuro?
En prematuros, la situación cambia porque no nacen con suficientes reservas. Por eso, requieren suplementación y seguimiento pediátrico y nutricional desde el inicio.
¿Puede ser riesgoso dar de lactar estando anémica?
Sí, su cuerpo está débil y propenso a enfermedades. La madre necesita una dieta equilibrada y variada para compensar el gasto energético que implica producir leche.
¿Qué debe comer para asegurar una leche rica en hierro?
Vísceras (hígado, bazo, sangrecita), carnes rojas, pescado y menestras. Se deben combinar con vitamina C para mejorar la absorción del hierro.
¿Cómo saber si un bebé tiene anemia a pesar de la lactancia exclusiva?
Signos como piel pálida, fatiga, irritabilidad, poco apetito o crecimiento lento pueden alertar. Por eso es clave acudir a los controles mensuales de peso, talla y desarrollo.
¿Qué es mejor, leche materna o fórmula para prevenir la anemia?
La leche materna. Se le llama ‘sangre blanca’ u ‘oro líquido’ por su capacidad de adaptarse a las necesidades del bebé. A diferencia de la fórmula, contiene anticuerpos y células vivas que nutren y protegen.
DATITOS QUE DEBES SABER
La producción de leche materna es progresiva, así que es normal si al inicio no tienes tanta leche. Para aumentar la cantidad, es clave tener una alimentación nutritiva y cuidar la salud mental.
Los bebés de madres embarazadas con anemia o adolescentes tienen más riesgo de sufrir anemia en los primeros meses de vida.










