La hipertensión arterial es un trastorno que puede llegar a dañar el corazón y los vasos sanguíneos de órganos principales como el cerebro y los riñones. La clave para controlarla adecuadamente está en la alimentación.
María Tereza Zumarán, nutricionista de la Clínica Ricardo Palma, señala que la dieta diaria de una persona con hipertensión va a depender mucho de su peso. Por eso, antes e incluir o restringir un alimento, es necesario que pase por una evaluación nutricional, que no solo brinda el peso del paciente, sino también el porcentaje de grasa en el cuerpo, el nivel de agua, la masa muscular y la grasa de la cintura, indicadores que ayudarán a un mejor diagnóstico.
¿QUÉ INCLUIR?
Las personas con hipertensión deben incorporar a su dieta frutas (manzanas, naranjas, plátanos, kiwi) y verduras (espinacas, zanahorias, brócoli, champiñones) de diferentes colores, carnes magras (pollo, pavita, pavo), pescados frescos, aceites naturales (sacha inchi, oliva), frutos secos (almendras, nueces, pecanas, castañas), lácteos descremados o light, leches naturales (ajonjolí, almendra), cereales (avena, trigo) y pan integral.
¿QUÉ RESTRINGIR?
Cuando se tiene hipertensión se deben evitar aquellos productos ricos en sal y sodio, como los productos envasados y enlatados (conservas de pescado, embutidos, sopas instantáneas). También las aceitunas por su alto contenido de sal, los pescados o carnes saladas (chalona, charqui) o ahumadas (tocino), las gaseosas, los jugos en caja y las frituras (broaster, papas fritas).
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