La alimentación es un acto complejo tanto orgánica como socialmente y es por eso que debemos tener todos nuestros sentidos alerta cuando nos sentamos a la mesa. Foto: Freepik.
La alimentación es un acto complejo tanto orgánica como socialmente y es por eso que debemos tener todos nuestros sentidos alerta cuando nos sentamos a la mesa. Foto: Freepik.

Siempre escucho esta frase: “yo hasta por respirar”. Durante muchos años, las mujeres viven pendientes en saber qué método es el mejor para descontar unos kilitos de más, van al gimnasio, realizan una y otra actividad en la que puedan quemar calorías a fin de que lleguen a la talla ideal. También buscan recetas saludables para llegar a su objetivo, pero los resultados muchas veces son lentos o nulos. ¿Y por qué no pueden bajar de peso?

La nutricionista Karyn Reyna del la Clínica Ricardo Palma comenta que aunque parezca una exageración, existen algunas costumbres que nos pueden hacer ganar varios kilos de más sin darnos cuenta. Y, ¿cuáles son esos hábitos? Aquí les damos las pistas...

COMPRAR ALIMENTOS SIN PLANIFICAR

Realizar una lista de compras semanal o mensual de la comida es vital. Hay que adquirir los alimentos según el menú de la semana, así se mantiene un orden y se compra lo necesario. Nada de piqueos, bocadillos ni dulces que luego terminarás comiendo cuando estés trabajando o viendo televisión.

CENAR MUY TARDE

Muchas veces esta costumbre es consecuencia de la rutina y del turno laboral. Trata de cenar ni bien llegues a casa, no más de las 8 de la noche y que la comida contenga alimentos de fácil absorción y digestión. Una ensalada con algo de proteína o una sopa de verduras son buenas opciones.

NO MASTICAR LO SUFICIENTE

Con frecuencia comemos muy rápido y no trituramos correctamente los alimentos. No le damos tiempo suficiente al cerebro para que envíe señales de que estamos satisfechos. Comer despacio ayuda a ingerir menos alimentos y a tener una buena digestión. Se sugiere masticar de 15 a 20 veces cada bocado y que éstos sean pequeños.

COMER VIENDO TELEVISIÓN O REVISANDO EL CELULAR

La alimentación es un acto complejo tanto orgánica como socialmente y es por eso que debemos tener todos nuestros sentidos alerta cuando nos sentamos a la mesa. Si distraes tu mente con colores fuertes como el de las pantallas, el cerebro deja de darle importancia a la comida y lo hace de manera mecánica, dejando de ser una alimentación consciente y vital para luego tener hambre a todas horas.

ABUSAR DE LAS BEBIDAS AZUCARADAS

Baja en forma gradual el tono del dulce que consumes. Si usas dos cucharaditas para endulzar el té, solo ponte una. El azúcar solo aporta calorías vacías al organismo y su consumo no es necesario.

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