
José María Eguren destacó como poeta y escritor, pero poco se conoce de su faceta de pintor. Como artista plástico, Eguren, quien nació un día como hoy de 1874, hace 151 años, pintó acuarelas y dibujos que acompañaron a su poesía.
Su vida estuvo marcada por la soledad y la enfermedad en la infancia. Se desconocen las causas de esa fragilidad en su salud, manifestada en frecuentes ataques de fiebre, y esa condición lo llevó a refugiarse en la lectura y la creación artística. Fue un artista muy versátil.
Sus pinturas contienen paisajes de Lima y Barranco en los primeros años del siglo XX, estampas campestres y románticas. Sus acuarelas y dibujos son de pequeño formato, con trazos delicados e imágenes enfocadas en lo onírico (sueños) y lúdico.
Eguren veía la pintura, y especialmente la acuarela, como una extensión de su mundo poético. Sus creaciones reflejan la misma atmósfera de misterio, fantasía y evocación que se encuentra en sus poemas. José Carlos Mariátegui, en el artículo ‘Peregrín cazador de figuras’, publicado en la revista Amauta, en 1929, dice que ‘sus dibujos y sus cuadros son poemáticos’.

“Eguren siente intensamente, pero también mira con potencia, casi de microscopio. (…) Sus cuadros son pequeñas maravillas, relicarios, casi de orfebrería”.
También experimentó con la fotografía, llegando incluso a inventar su propia cámara.
DATITO:
De niño, José María Eguren vivió en la hacienda Chuquitanta, en San Martín de Porres, donde el padre trabajaba como administrador. Al quedar huérfano se trasladó a Barranco con sus dos hermanas mayores. Entre sus libros más conocidos figuran: ‘Simbólicas’ (1911) y ‘La canción de las figuras’ (1916), que incluye el poema ‘La niña de la lámpara azul’. Otro poema es ‘La pensativa’.










