El escritor peruano Rafael de la Fuente Benavides, quien utilizó el seudónimo Martín Adán desde que se inició en la literatura, nació en Lima, el 27 de octubre de 1908.
Estudió Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en 1932 trabajó, por única vez, en un banco de Arequipa (adonde llegó para dirigirlo), porque nunca después tuvo un empleo (en 1945 rechazó el ofrecimiento de su primo, el presidente José Bustamante y Rivero, para ser jefe de Prensa de Palacio de Gobierno) y se dedicó por completo a escribir y a la vida bohemia.
Aunque su reconocida novela ‘La casa de cartón’ (publicada cuando apenas tenía 20 años) es precursora del ‘boom’ latinoamericano, su obra poética no es menos brillante.
Martín Adán escribió los poemarios ‘Travesía de extramares’ (1950) y ‘La mano desasida’ (1964). Su amigo, el editor Juan Mejía Baca, guardó los papeles arrugados donde el vate escribía sus versos (algunos en servilletas de los bares que solía frecuentar) y los publicó.
Desde 1937 se convirtió en uno de los huéspedes del hospital psiquiátrico ‘Víctor Larco Herrera’, donde con intervalos estuvo durante 17 años.
‘TODO LO QUE IGNORAS PORQUE ERES DE PIEDRA’
(De ‘La mano desasida’)
Todo lo ignoras porque eres de piedra,Todo lo ignoras porque es otro el día;Todo lo ignoras porque es otro el ríoY sigue siendo así todavía.
Nada es realidad sino de enfrente,Y con mi mano encima, encallecida.¡Cuando tú sepas por qué fue la ojera,Cuando tú sepas lo de mi camisa,Cuando lo sepas todo, piedra nobleSi lo sabes, piedra caída!
Vivían todos porque ya vivían¡Que todo caiga, Piedra!Todo reviva, Todo sea,La otra vez, el tiempoEl tiempo de minúscula e idea,
Este cuerpo de estarY de amor de belleza¡No reparar en rima, Todo sea del pie a la cabeza!¡Toda la letra que no se interpretaTodo será en un día,
Mi sudor de verano,Y mis pies sucios,Y mi vida por de fueraTodo lo que no soy y que me vivaYa lo sé, yo enfermo de mi primavera!
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