Hoy, 24 de junio, se celebra en todo el Perú el Día del campesino. En esta fecha saludamos y rendimos homenaje a nuestro hermano campesino, quien con su arduo trabajo y constancia forja el carácter de nuestra nacionalidad.
En este día también recordamos la grandeza de nuestros antepasados, quienes construyeron con una ingeniería avanzada y esfuerzo la ciudadela de Machu Picchu, fortalezas, templos y andenes de regadío.
El hombre de campo, agricultor o ganadero, hace producir con su trabajo y esfuerzo a nuestra tierra y nuestros animales, recursos que nos fueron brindados y que son reconocidos mundialmente, pues son nuestra mayor fuente de riqueza.
Actualmente, la situación del campesino es preocupación de todos, como hombres trabajadores que merecen las mejores oportunidades y condiciones de vida, pues son quienes producen los alimentos para nuestro pueblo.
Nuestra Constitución aborda el tema del agro en su artículo 89 al indicar: “Las comunidades campesinas y las nativas tienen existencia legal y son personas jurídicas. Son autónomas en su organización, en el trabajo comunal y en el uso y la libre disposición de sus tierras, así como en lo económico. La propiedad de sus tierras es imprenoscriptible. El Estado respeta la identidad cultural de las comunidades campesinas y nativas”.
El Perú es un país esencialmente agrícola y hoy, como en cada año, saludamos a la esforzada población que siembra la semilla y abona la tierra, la ara y cosecha sus frutos