El uso de los pleonasmos o redundancias -considerados en teoría como un vicio del lenguaje- se acepta en algunas situaciones y circunstancias.
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Tal es el caso de las expresiones ‘subir arriba’, ‘bajar abajo’, ‘entrar adentro’ y ‘salir afuera’, entre otras, que tienen el carácter de redundantes.
Al responder una consulta particular por Twitter, la Real Academia Española (RAE) mantuvo su apreciación de años anteriores respecto a que las redundancias tienen valor y no deben ser censuradas a la ligera y en todos los casos.
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“La redundancia expresiva es un fenómeno normal en la lengua. ‘Subir arriba’, ‘bajar abajo’, etc. son expresiones redundantes pero expresivas, y a menudo útiles, en la lengua hablada. No cabe censurarlas”, advirtió la RAE.
Sin embargo, no debemos pensar que tales pleonasmos siempre están permitidos. Solo se aceptan, como excepción, en el habla coloquial, pero no en los textos, por lo que el lenguaje escrito culto y periodístico debe excluirlos.
“Estas expresiones: subir para arriba, bajar para abajo, entrar adentro, salir afuera, son admisibles en el uso oral y coloquial de la lengua, donde se utilizan generalmente con valor expresivo o enfático, pero debemos evitarlas en los textos escritos”, se explica.
Otros pleonasmos son: ‘Lo vi con mis propios ojos’, ‘eran miembros de una misma familia’, ‘entró a su propia casa’ y ‘yo mismo estuve presente’.
El pleonasmo o redundancia es una figura retórica que consiste en la adición de palabras que no son necesarias en una frase, pues su significado ya está explícito o implícitamente incluido en ella. Es el caso de ‘el día de mañana’ y ‘el día de ayer’, cuando ya se entiende que mañana o ayer son días.
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