Amores reales, imposibles...pero grandes amores al fin y al cabo. Algunas de estas historias han permanecido a través del tiempo y sus protagonistas han alcanzado una especie de inmortalidad. Aquí las parejas más emblemáticas:
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La más famosa gobernante de Egipto logró seducir y enloquecer a dos de los hombres más importantes de su época: Julio César y Marco Antonio. Pero fue con este último con quien protagonizó una tórrida historia de amor que terminó en tragedia. Él se suicidó y ella murió tras la mordedura de una serpiente venenosa.
Napoleón adoraba a Josefina. Se casaron en marzo de 1796, pero mientras él estaba lejos, peleando, ella lo engañaba con otros hombres. La relación terminó en divorcio, pero nunca dejaron de cartearse.
Manuelita Sáenz estaba casada, pero conoció a Simón Bolívar y se enamoraron. Ella dejó a su marido y su tierra para seguirlo. Peleó junto a él en el ejército y hasta evitó que lo asesinaran. Por eso Bolívar la llamó ‘La Libertadora del Libertador’.
Él renunció al trono de Inglaterra para casarse con ella, una mujer dos veces divorciada. Para muchos, uno de los amores más románticos del siglo XX.
El Taj Mahal, una de las siete maravillas del mundo, fue construido por amor. Así lo ordenó el príncipe indio Shah Jahan tras la muerte de su esposa. Cuenta la leyenda que antes de morir, Mumtaz Mahal le hizo prometer que no se volvería a casar.
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