La anemia es un problema frecuente y de múltiples causas con consecuencias para la salud. Una de las más comunes es la anemia inflamatoria, asociada a enfermedades crónicas. La hematóloga Susy Bazán Ruiz explica más sobre esta alteración, su diagnóstico y tratamiento.
¿Qué es la anemia inflamatoria?
La anemia inflamatoria, también conocida como anemia de la enfermedad crónica, ocurre como resultado de una inflamación persistente en el cuerpo, que impide que la médula ósea produzca hemoglobina en cantidades normales.
¿Y qué ocasiona?
Además, se eleva la producción de hepcidina, una proteína que bloquea la liberación del hierro almacenado y reduce su absorción intestinal, lo que limita su disponibilidad para formar glóbulos rojos.
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¿Qué enfermedades crónicas causan anemia?
Entre las principales están las autoinmunes, como la artritis reumatoide y el lupus. También puede deberse a la insuficiencia renal crónica, que disminuye la producción de eritropoyetina, una hormona que estimula la formación de glóbulos rojos. Además, se asocia a infecciones crónicas y ciertos tipos de cáncer.
¿Es fácil de identificar?
No. La anemia inflamatoria se diagnostica por descarte y tiende a ser multifactorial. Para ello, son necesarios varios exámenes de laboratorio, entre ellos reticulocitos, ferritina, hierro sérico, PCR, entre otros.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas son similares a los de cualquier otro tipo de anemia: fatiga, debilidad, mareos, dolor de cabeza, falta de aire al hacer esfuerzos y, en algunos casos, palpitaciones o arritmias.
¿Cuándo se desarrolla una anemia inflamatoria?
Cuando la enfermedad de base no está bien controlada. Por eso es importante que los pacientes sigan su tratamiento y se identifique la causa.
Anemia inflamatoria. Foto: Istock
¿Qué tan común es la anemia inflamatoria?
Sí, es bastante común. De hecho, es la segunda causa más frecuente de anemia, después de la anemia ferropénica, causada por deficiencia de hierro.
¿Pueden presentarse dos tipos de anemia a la vez?
Sí, es posible. En ese caso, el tratamiento debe abordar ambas condiciones de manera simultánea.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento se enfoca principalmente en controlar la enfermedad de base. En algunos casos, se complementa con suplementos de hierro (si hay deficiencia comprobada) o con agentes estimulantes de la eritropoyesis, como la eritropoyetina.
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