Perseverante, detallista y soñadora, madre de cuatro niños y repostera de corazón. Cuenta que su negocio nació casi por casualidad, hace aproximadamente 9 meses y en plena pandemia, cuando aún el panorama era muy incierto. A pesar de la complicada situación, tuvo la entereza y la fuerza para salir adelante y poner en marcha su emprendimiento soñado.
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Desde joven, uno de los mayores anhelos de Katherine era formar su propia empresa. Cuando la pandemia llegó, tomó la decisión de dejar su trabajo para proteger a su familia y no exponerla a los contagios; sin embargo, como tantos peruanos, sus ganas de salir adelante pudieron más y no se quedó de brazos cruzados.
Cuenta que la idea de emprender nació de casualidad, cuando decidió inscribir a su hija en clases de minichef para sus vacaciones útiles. “Mientras más la ayudaba, más me gustaba. Las clases eran más para mí que para ella”. Con mucha ilusión, se inscribió a clases de repostería y, con el apoyo de su esposo e hijos, se aventuró a trabajar para sí misma. “Mi negocio empezó en casa, preparando tortas para mi familia, ellos son mis clientes VIP. Mi esposo me ayuda bastante, él me ayuda a hacer delivery en nuestro carrito”.
Pero Katherine sentía que le faltaba algo. “Soy buena haciendo postres, pero administrar un negocio es otra cosa y no me sentía preparada para eso, pero eso cambió cuando me ofrecieron la oportunidad de ser parte del Programa Mujeres Imparables”, señala.
Mujeres Imparables es un programa impulsado por AFP Integra en alianza con Compartamos Financiera e Ikigai Laboratorio Social, que le brinda a mujeres peruanas herramientas necesarias para crecer profesionalmente y mejorar así su situación económica y social y, según Katherine, ha cambiado por completo su vida. “Me ha permitido aprender a hacerle publicidad a mis productos en redes sociales, cuáles son los mejores horarios. También cómo ahorrar e invertir el dinero que voy ganando para distribuirlo en mi casa y mi negocio”, cuenta.
La oportunidad de participar en el programa de Mujeres Imparables le llegó en un mensaje de texto del grupo de Compartamos Financiera. “Gracias a Dios me llegó el mensaje al celular. Vi que el programa era gratuito y me registré, dije ‘hay que aprovechar para seguir aprendiendo’. Las clases son muy buenas y he logrado aprender un montón”.
Para ella, lo más valioso del programa es la oportunidad que le brinda a otras emprendedoras de aprender cosas nuevas y seguir creciendo. “Valoro mucho el esfuerzo que hacían para enseñar y la manera en la que nos capacitaban. Me ha ayudado muchísimo”, señala.
D’'K.A.L.E sigue creciendo y cada vez tiene más clientes. “En un par de años, espero tener mi local de pastelería. Me gustaría que sea un local completo, donde puedas comprar tortas, bocaditos y además puedas encontrar decoración para fiestas. Un lugar donde la gente pueda encontrar todo para fiestas. Estoy segura de que lo voy a lograr”, comenta.
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Cuando le preguntamos qué consejo le daría a todas las emprendedoras, Katherine nos comenta: “Siempre miren hacia adelante, persigan sus metas y verán cómo pueden lograrlo todo. Las cosas buenas vienen desde abajo, todo es esfuerzo, uno va saliendo adelante poquito a poquito. Yo empecé desde cero y voy muy bien con mi emprendimiento. Sigan aprendiendo, así como yo aproveché las clases de Mujeres Imparables, he aprendido mucho. Gracias a Dios, hay gente que piensa en las mujeres emprendedoras como nosotras, y nos permiten seguir avanzando y creciendo”.