
El estreñimiento causa hinchazón abdominal, dolor, náuseas y en algunas personas hasta calambres, pero también genera estrés, ansiedad e incluso depresión. Y es que no ir al baño regularmente, además de ser muy incómodo, es un disparador emocional que puede afectar negativamente nuestro estado de ánimo.
Es verdad, y así como el estreñimiento puede causar ansiedad, la ansiedad también puede causar estreñimiento. Esto se debe a la conexión entre el cerebro y el sistema digestivo. Cualquier desequilibrio de las bacterias del intestino puede suponer también un desequilibrio emocional o viceversa. Así es como la ansiedad y el estreñimiento están relacionados.
Denominamos estreñimiento a la emisión retardada e infrecuente (menos de tres deposiciones a la semana) de heces anormalmente duras, secas y a menudo difíciles de expulsar. Las causas pueden ser variadas, pero las más comunes son la dieta y el estilo de vida. Entonces, aplicar una ingesta rica en fibras como las que contienen las frutas y los vegetales puede ser un gran paso.
Otra recomendación es realizar una serie de actos rutinarios, como tomar en ayunas uno o dos vasos de agua tibia o zumo de frutas, beber a diario no menos de dos litros de agua pura, intentar ir al baño a la misma hora (por ejemplo, después de la comida) y seguir un programa de ejercicio moderado.
Por el lado emocional, se aconseja el autocuidado. Practicar alguna actividad física, como yoga, así como gestionar el tiempo para reducir el estrés y la ansiedad.
DATITO
Otras causas de estreñimiento pueden ser lesiones estructurales del colon, fármacos (algunos analgésicos y antidepresivos), y condiciones médicas como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad de Parkinson y el hipotiroidismo.










