Debemos entender que los alimentos, sean grasas o carbohidratos, nos aportan una cantidad determinada de calorías para actuar como energía en los procesos celulares del organismo.
Es así que cuando pongo en marcha un plan nutricional con mis pacientes, está claro que debemos saber que las bebidas alcohólicas aportan calorías mayores inclusive que las grasas.
Por ejemplo, dos vasos de alguna bebida con alta concentración de alcohol, como ron, vodka, gin, tequila o whisky, son comparables a comerse una hamburguesa full cremas y papas fritas.
Con esto aclaramos que está bien dejar de comer alimentos altos en calorías, pero que, además, aquellas personas que beben en forma constante o ‘social’ bebidas alcohólicas también deben dejarlas de lado por lo menos las semanas o meses que necesitemos reducir algunos kilos que tenemos de más.
¡Atentos con este consejo para empezar un cambio de estilo de vida a favor de su salud!
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