Jamás debe darse de beber licor a los perros y ello debemos recordarlo sobre todo en las fiestas de fin de año, cuando en Navidad y Año Nuevo las personas brindan y alguna podría ‘invitar’ un trago a la mascota de la casa.
No es una gracia que se le dé licor a un perro, algunos para verlo tambalearse, y todos en nuestra familia y visitantes tienen que saberlo. El alcohol es tóxico para los canes porque, a diferencia de los humanos, no pueden metabolizarlo o digerirlo en forma eficiente.
Cuando el perro ingiere alcohol este es depresor del sistema nervioso central (provoca ansiedad y convulsiones) y puede generar graves problemas de salud como daño hepático, fallo renal, deshidratación, problemas gastrointestinales (diarrea) y comportamiento alterado.
En caso de que haya ingerido vino, la cosa es más grave porque la uva es un alimento tóxico para los canes. Fatal será si ingiere 0.2 onzas de alcohol por kilo o más.
Si el perro ingiere alcohol, hay que llevarlo de inmediato al médico veterinario, sobre todo si muestra síntomas como tambalearse y no caminar recto, letargo, ingesta exagerada de agua, hinchazón de panza, diarrea, vómitos y convulsiones.
Los perros se pueden emborrachar y sufrir un coma etílico que, tras convulsiones y colapso, los lleve a morir.
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