es uno de los dolores más grandes. Los primeros meses se vuelven insostenibles para quien perdió a un padre, pues los recuerdos vividos aparecen en la mente todo el tiempo, y hacen de uno, que hacen que los días se vuelvan más difíciles de sobrellevar. La pena se acrecienta con el pasar de los días, porque se viene a la mente la culpa del no poder haber hecho más por él. La angustia es una constante y pensamos si esta tristeza nos durará siempre. Nos refugiamos en la cama sin ganas de querer realizar ninguna actividad que normalmente se hacía, el apetito se va y el llanto es lo único que nos ayuda.

Sin embargo, nuestro cerebro racional nos dice, que esto pasará, ¿cuándo? No se sabe, pero hay que vivir este doloroso proceso con calma, pues entender la muerte no es nada fácil, más aún si el que se fue era nuestro padre. Y si sientes que no puedes continuar, es mejor buscar ayuda de un especialista para guiarte en estos momentos.

La psicóloga de SANNA Clínica San Borja, Ruth Kristal nos ayuda a entender, qué es el duelo y da algunos consejos de cómo poder superarlo.

¿Qué es el duelo en un familiar cercano?

Es una de las causas de sufrimiento más elevada que existe, pero como en todo, depende mucho de las circunstancias de la vida, si se es niño, si se es adulto, si el padre, la madre, hermano, abuelo es alguien afectivamente cercano a la persona, si es quien provee de seguridad y economía, si es quien provee sensación de pertenencia, unión familiar, cercanía afectiva o no.

Para un niño, perder a un padre o a una madre es desgarrador y devastador. Cambia radicalmente la dinámica de la familia, la vida de quien lo sufre. Marca el futuro desarrollo del niño o de la niña que pierde al progenitor pues a partir de ese momento, cada evento importante de la vida, será sentido como si se debe afrontar solo, sin apoyo, sin dirección ni compañía.

Si quien fallece ya es una persona de edad, se procesa diferente, en muchos de los casos ha dado tiempo de reconciliar los afectos, de ponerse en paz respecto a las cosas que no nos gustaron durante el devenir de la vida. Estamos en mejor capacidad para hacerle frente a la vida, a sus circunstancias y a las responsabilidades que conlleva.

¿Cuánto tiempo puede durar el dolor de la pérdida de un padre?

El duelo propiamente dicho suele durar un año, cuando se elabora de forma adecuada, pero el dolor acompaña toda la vida. Hay duelos especiales, que duran más tiempo que lo normal, en esos casos, la persona se queda como “pegada” al dolor y es incapaz de avanzar por sí misma, por lo que requiere de apoyo psicológico para elaborar ese dolor y ser capaz de avanzar sin el ser querido.

¿Qué sentimiento se presentan los primeros meses?

Es una mezcla de tristeza, impotencia, negación, cólera e incredulidad…. A veces, uno no puede ni quiere creer que el ser querido ya no está, a veces uno siente mucha cólera, enojo, porque se fue, se busca culpables, explicaciones en donde de repente no las hay, muchas veces el enojo es hacia Dios, ¿por qué les quitó ese ser querido? Después de pasar por todas las facetas, lo esperado es llegar a la resignación, aceptar que la persona ya no está físicamente con nosotros, pero la llevaremos en nuestros recuerdos y en nuestro corazón.

¿Cómo superar estos días, especiales, Día del padre, cumpleaños o festivos?

Suelen ser días muy difíciles, sobre todo para los niños cuando en los colegios se celebra el Día del Padre, la mayoría tienen a alguien con quien celebrar, pero hay algunos que no tienen a esa persona al lado. Eso es fuente de mucho dolor… Lo único que queda es recordar los buenos momentos que vivimos con nuestros seres queridos, rescatar las características de su personalidad y pensar en esos aspectos positivos.

CONSEJOS DE LA ESPECIALISTA FRENTE AL DUELO

En países como el Perú, en dónde la mayoría de los hogares no cuenta con un padre, porque es padre ausente, porque es la madre quien se hace cargo de todo, sería mejor que se celebre el Día de la Familia, así no se hace tan evidente la falta de uno de sus miembros, pues ya sea que uno de los progenitores, los abuelos, algún tío o hermanos mayores suplen el rol de quien falta. Lo que dificulta mucho el Día del Padre es eso, que muchos padres no “ejercen” su rol, nunca estuvieron, incluso muchas veces ni reconocieron a sus hijos y eso duele.

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