Hacer que un niño obedezca, no siempre es tarea sencilla. Seguro recordarás algunas frases que marcaron los límites de nuestra infancia, nuestras primeras leyes, esas advertencias que nuestros papás nos daban para que dejemos de hacer alguna de las cosas que nos parecían divertidas. Aquí, descubriremos la verdad detrás de esos mitos de la infancia.
‘No camines sin zapatos, te vas a resfriar’: A todos nos encantaba –y probablemente aún nos encante– andar descalzos por la casa, aunque para nuestros padres esto era comprar un boleto para pasar unos días con un resfrío. Diversos especialistas han explicado que este mito es falso, pues ni el virus ni el frío entran por los pies.
‘No pongas los ojos bizcos, te va a dar aire y te quedarás así’: Era una de las cosas que más nos asustaban. Sin embargo, esto tampoco es cierto. Los médicos señalan que esta acción no tiene ningún efecto secundario.
‘Párate derecho, te va a salir una joroba’: Esta es otra exageración de nuestros padres. Aunque no hay consecuencias severas, la mala postura sí puede causar ciertos problemas en la columna, como la cifosis (curvatura anormal).
*‘No te pegues a la tele, te vas a quedar ciego*’: Es cierto que pasar mucho tiempo frente al televisor puede causar problemas de miopía, pero no te dejará ciego. En realidad, es una exageración más de nuestros progenitores para evitar problemas de visión.
‘Si no tomas la leche, no crecerás’: Esta frase es parcialmente cierta, pues la leche es una fuente rica en calcio, aunque no significa que por consumirla crecerás unos centímetros. Es necesario hacer ejercicios e ingerir otras fuentes de calcio, además, el factor genético también cuenta.