. “Este lugar parecía un cementerio. Estaba todo feo y lleno de tierra”, dice el deportista Carlos Raygada (34) de la losa deportiva del centro educativo ‘Alberto Rivera y Piérola’, en Chaclacayo, , donde todos los días da clases de basket a niños y jóvenes.

Todo cambió a punta de esfuerzo, Carlos limpió, pintó y puso tableros profesionales en este lugar con el único afán de enseñar a chicos de escasos recursos económicos en . Carlos es un hombre grande -mide casi dos metros- tiene un gran corazón y amplia experiencia en el basket. Ha pertenecido a la liga nacional y se ha preparado en reconocidas escuelas del extranjero.

CON PASIÓN
Afirma que siempre les dice a sus alumnos que hagan las cosas con pasión, porque es un juego genial, intenso, rápido y con mucha adrenalina.

“El basket no solo te puede ayudar a que crezcas más como me pasó a mí, también te mantiene en buena salud física y te hace una persona comprometida”, comenta Raygada, quien espera que más chicos se interesen por este . (Samantha Aguilar)

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por , , y puedes suscribirte a nuestro newsletter.

tags relacionadas

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC