¿Te pica mucho el cuero cabelludo y cuando te rascas salen unas pequeñas escamas blancas en tus dedos? Entonces tienes caspa. No lo tomes a la ligera porque va más allá de un problema estético.
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La caspa aparece a causa de un microbio natural del cuero cabelludo, llamado Malassezia globosa. Todos lo tienen, aunque solo produce caspa en la mitad de la gente y, sobre todo, en las personas con tendencia al cutis graso.
El dermatólogo de la Clínica Ricardo Palma, Sandro Tucto, explica que la caspa provoca constante picazón, enrojecimiento, resequedad y, finalmente, escamas en el cuero cabelludo.
“Las escamas son la señal más visible de la caspa. Puedes verlas en tu cabello y también sobre tus hombros. Esto ocurre cuando el cuerpo aumenta la velocidad de la renovación de células, generando un exceso de estas en el cuero cabelludo. Esas son las que se desprenden en forma de escamas”, agrega.
Asimismo, señala que el estrés también es un desencadenante de caspa en las personas con predisposición a desarrollarla.
TRATAMIENTO PARA LA CASPA
Tucto detalla que la caspa no se puede prevenir, pero sí puede tratarse. Lo primero que se debe hacer al percatarse de este problema es acudir al dermatólogo para la evaluación, diagnóstico y tratamiento (productos y medicamentos especiales).
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DATO SOBRE LA CASPA
Si cambiaste de champú y este te produce picazón y descamación, lo mejor es suspender su uso para evitar complicaciones.
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El trabajo remoto y la cuarentena se han convertido en el día a día de muchas personas, generando grandes cuadros de estrés. Por esa razón, es vital darle a nuestro cuerpo un momento de relax para liberar las tensiones.
“Nuestras manos son parte esencial de nuestro cuerpo y actualmente, por un tema de desinfección, las tenemos en contacto frecuente con el alcohol, lo cual causa resequedad, a esto se suma las largas horas tecleando frente a la computadora que generan cansancio en nuestros dedos. Y los pies, también acumulan la tensión diaria”, explicó Pierina Varela, de Beauty2Go, quien nos dejó estos tips:
MANOS
Antes de empezar la rutina de trabajo y al finalizar el día, es importante relajar las manos con cremas y aceites. Esta rutina debe hacerse únicamente en la noche después de la jornada laboral. Realizar un suave masaje en cada dedo y luego en la palma de la mano.
PIES
Después de un día ajetreado, se recomienda lavarlos e hidratarlos, utilizar una crema de pies por la noche y realizar unos suaves masajes, ayudará a liberar la tensión del día.
También se sugiere no usar sandalias en lugares húmedos y tampoco caminar descalzo, para evitar contraer cualquier infección bacteriana.
DATOS
Estar más de seis horas inactivo contribuye al desarrollo de enfermedades cardiacas, diabetes, osteoporosis, obesidad…
