Aunque parezca increíble, algunos padres les temen a sus hijos adolescentes, quienes se valen de esto para hacer su voluntad y creerse los dueños del mundo.
Carmen Bravo de Rueda, psicóloga y psicoterapeuta de la Clínica Ricardo Palma, señala que esto se produce porque papá y mamá no se sienten maduros emocionalmente y esto los lleva a dudar del tipo de crianza que imparten al menor.
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“No se sienten capaces de poner reglas claras en casa por temor a que el adolescente reaccione de manera brusca e intente hacer algo que pueda dañarlo (tomar bebidas alcohólicas, consumir droga o irse de la casa)”, agregó la especialista en la edición Nº 98 de la revista +Mujer de Trome.
* Reflexiona. Está bien que tu hijo esté afrontando los cambios propios de la adolescencia, pero eso no le da el derecho de hacer lo que quiera. Tú eres su madre (o padre) y tiene que respetarte y cumplir con las reglas que establezcas en casa. No te sientas menos que él, sé fuerte y decidida.
* Habla con él. Busca un momento adecuado y dialoga. Hazle saber que él es lo más importante en tu vida. Puedes decirle: ‘Hijo, no quiero que pienses que si te prohíbo algo es para fregarte la vida. Al contrario, es para que te conviertas en un adulto bueno, responsable y honesto”.
* Busca ayuda. Si sientes que ese temor hacia tu hijo sigue ahí o se incrementa, acude a terapias psicológicas. Una muy buena es la ‘parentalidad positiva’, que te permitirá retomar la autoridad en casa sin agresividad y establecer límites que permitan el pleno desarrollo del menor.
* Recuerda que el adolescente está en formación, es un muchacho que se deja llevar por las emociones más que por razonamientos. Entonces, tu misión es guiarlo hasta que llegue a la adultez. Pregúntale qué necesita, qué le molesta o qué le gusta. Sé flexible y coherente con tus decisiones, no lo dejes a la deriva en esta etapa de su vida.
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