Todas las parejas atraviesan crisis o situaciones difíciles que hacen tambalear sus relaciones. Y dentro de esa realidad hay dos grupos muy marcados. Hay quienes ‘cogen el toro por las astas’, admiten que hay problemas y tratan de resolverlos. Pero existe otro grupo (mayoritario) que, por miedo a terminar, prefiere hacerse de la vista gorda y pensar que todo se arreglará con el tiempo.
“Estar en crisis no es sinónimo o la antesala de que tu relación terminó. Deben dejar de tener miedo y empiecen a verlas como grandes oportunidades para reforzar vínculos, analizar qué necesitan mejorar y hacerlo. No sirve de nada huir o fingir que no hay crisis, porque en algún momento explota y es peor”, explica la psicóloga Juliana Sequera.
Entre más rápido la pareja acepte que algo no está funcionando como debería será mejor, porque este tipo de situaciones genera ambientes conflictivos, llenos de tensión, y los terminará alejando por completo. Inclusive, si dejas pasar mucho tiempo, corres el riesgo de quedarte sin herramientas para salvar la relación.
“Deben comprender las diferencias y llegar a acuerdos. Analizar qué está afectando la relación y enfrentar. Pero no para buscar culpables sino para encontrar soluciones”, indica Sequera.
DATITO
Infidelidad, falta de comunicación, incompatibilidad sexual, sobrecarga laboral y crianza de hijos son los factores más recurrentes que originan problemas en una relación amorosa.