JUAN (65).- Querida doctora Carmen, mi esposa falleció hace tiempo a causa de una grave enfermedad. A su lado pasé momentos inolvidables, por eso no sabe cuánto sufrí por su pérdida. Mi única motivación para seguir fueron mis dos hijos, pero cuando formaron sus familias, cada uno tomó su camino. Me siento solo en casa, no tengo con quién compartir mis alegrías y tristezas. Quisiera conocer, a través de su tan leído espacio, a una dama sencilla y comprensiva para formar un nuevo hogar. La interesada puede escribirme a mi correo electrónico: okyapues@gmail.com.
Mira hijito: Lamento lo de tu esposa, a veces la vida nos pone pruebas muy duras que debemos afrontar de la mejor manera. No te encierres en casa, visita a tus hijos un fin de semana. Y si tienes nietos, juega con ellos, eso te ayudará a disminuir la soledad que sientes. Ríe y haz aquello que te guste. Notarás los cambios.
Suerte.