A raíz de la pandemia, se ha incrementado el número de en la Sunarp, así en el 2020, la cifra oficial fue de más 4,500 y en el 2021 fue cerca del doble, superando las 8,100 separaciones. En cuanto a este año, los datos del primer trimestre ya superan los 2,550 registros. En ese contexto, es importante considerar que siendo que, en muchos casos, más allá de las personas adultas están de por medio  hijas e hijos.

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“Como organización mundial y en nuestra experiencia en estos primeros 50 años de trabajo a nivel nacional en pro de los derechos y bienestar de niñas, niños y adolescentes, sabemos que las situaciones de separación son momentos retadores para las madres y  padres, quienes por tratar de cuidar la salud emocional de sus hijas e hijos muchas veces caen en el error de tratar de aparentar que no está sucediendo nada. Sin embargo, esta es una careta insostenible pues conforme pasen los días y semanas se irán evidenciando los hechos y sentimientos de los involucrados”, señala Yackelin Caycho, especialista de Salvaguarda y Protección Infantil de Aldeas Infantiles SOS Perú.

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BUENOS CONSEJOS

1. Atención a los cambios en el comportamiento. Pensar que, por su corta edad, las niñas y niños no se dan cuenta o que al ser adolescentes no les interesa, son ideas que como adulto se quieren creer. Por ello, a pesar del duelo que se esté atravesando como mamá o papá, es vital estar muy atento a alteraciones en la conducta que no necesariamente serán fáciles de identificar como la pérdida de apetito, cambios de estado de humor, aislamiento, rendimiento escolar bajo, reclamos constantes y conductas desafiantes, entre otros. Recuerda que una separación siempre tendrá un impacto en los hijos.

2. Valida los sentimientos. Esto significa aceptar sus emociones sin cuestionarlos, sean de tristeza, molestia u otros, recuerda que estos son naturales de vivir la separación de los padres. Una de las claves es que desde el rol de adulto se ponga en práctica la empatía, comprensión, acogimiento y expresiones de afecto. Algunas recomendaciones en este punto son ayudarlos a reconocer sus sentimientos poniéndoles un nombre o término: rabia, tristeza, culpa, miedo, etc. Además de explicarles los motivos de la separación, haciéndoles saber que el dejar de ser esposos nunca significará dejar de ser padres.

3. Responde las preguntas e interrogantes. En este tipo de situaciones pueden surgir pensamientos agobiantes y dañinos para la formación y salud mental de las niñas y niños de casa, entre estos están: ¿cómo serán las cosas en adelante?, ¿seguirá siendo querido por sus padres?, ¿dónde vivirá? ¿acaso es culpable de la separación?  Es de aquí la importancia de la comunicación y diálogo permanente con el fin de generar confianza y apertura para propiciar el espacio que permita resolver estas dudas juntos. Ten en cuenta que lo ideal es que ambos padres comuniquen la decisión, solo cuando se tenga una decisión firme y sin marcha atrás recalcando que esto no influye en nada en el amor hacia las hijas e hijos.

4. Acompaña, más allá de hacer preguntas y esperar respuestas. En esta etapa la figura de mamá y papá debe estar más presente que siempre para hacer sentir el apoyo y ayudar a que los niños entiendan lo que están sintiendo sabiendo que no es malo y que, por el contrario, es natural y esperado. Ten en cuenta que cuando los hijos empiecen a sentirse seguros y acompañados, sabrán manejar mejor la situación.

TENLO MUY PRESENTE

“Una hija o hijo no es un trofeo, por tanto, disputarlo o tratar de ponerlo en contra de la expareja solo ocasionará más sufrimiento a la familia”, concluyó la especialista, quien además invitó a mamás y papás que estén atravesando una situación como esta a no tener miedo de buscar ayuda profesional e indicó que en el programa de Fortalecimiento familiar de Aldeas Infantiles SOS Perú podrán encontrar soporte y guía.

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