Anemia durante el embarazo. Foto: Istock.
Anemia durante el embarazo. Foto: Istock.

La anemia durante el embarazo es un problema frecuente y potencialmente riesgoso tanto para la madre como para el bebé. La causa más común es la deficiencia de hierro, un mineral esencial para el desarrollo del feto y la salud materna.

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Para entender mejor por qué ocurre, cómo prevenirla y qué consecuencias trae para la mamá y el bebé, conversamos con la nutricionista Isabel Leandro.

¿Por qué la anemia por deficiencia de hierro es tan común durante el embarazo?

Porque hay una mayor demanda de hierro para cubrir las necesidades del feto. Entonces, si la alimentación no cubre este requerimiento extra o no se absorbe bien el hierro, aparece la anemia.

¿Cuáles son las consecuencias para la madre y el feto?

En la madre puede causar cansancio extremo, debilidad y se vuelve propensa a enfermarse porque sus defensas están bajas. En el bebé puede aumentar el riesgo de bajo peso al nacer, parto prematuro e incluso afectar su desarrollo cerebral.

¿Los daños son irreversibles?

Si la anemia es profunda y prolongada, sí puede dejar secuelas, sobre todo en el desarrollo neurológico del bebé. Incluso, puede causar muerte neonatal.

¿La anemia puede mejorar solo con alimentación o necesita suplementos de hierro?

Depende del grado. En casos leves, una buena dieta puede ayudar. Pero la mayoría de embarazadas con anemia sí requieren suplementación.

¿Hay una mejor hora del día para tomar los suplementos o algún truco para que no caigan mal?

Algunas embarazadas presentan náuseas o estreñimiento al tomar suplementos, por lo que es mejor combinarlos con un juguito cítrico o un desayuno ligero.

¿Qué alimentos debe comer una embarazada con anemia?

Alimentos ricos en hierro hemo, como carnes rojas magras, hígado, pollo y pescado. También legumbres (lentejas, garbanzos), espinaca, acelga y cereales fortificados. Y siempre combinarlos con fuentes de vitamina C.

¿Y cuáles deberían evitarse?

Evitar tomar té, café, leche o derivados lácteos y gaseosas junto a las comidas que contienen hierro, ya que dificultan su absorción. También limitar el consumo de alimentos ultraprocesados y comida chatarra porque no aportan nutrientes.

Muchas embarazadas sienten náuseas o poco apetito... ¿Qué hacer en estos casos?

Fraccionar las comidas en porciones pequeñas. Y en lo posible comer los alimentos fríos o combinarlos con líquidos fríos.

¿Hay señales que deberían alertar a las embarazadas de que podrían tener anemia?

Cansancio extremo, palidez, debilidad, mareos y muchísimo sueño. Sin embargo, la única forma de confirmar es con un análisis de sangre.

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