¿Qué le pasó a la perra infiel come hombres que vivía dentro de mí?
Me miro y estoy hace 5 meses en una relación a distancia por razones que todos conocen y jamás imaginé estar solo pensando en mi pareja. Más bien pensé estar cantando felices los 4 de disco en disco llegando reptando a casa muy borracha y semivestida. Y no. Acá estoy. A las 10 pm ya tengo sueño. ¿Qué me pasó?
Siempre pensé que el deseo y el amor son cosas totalmente diferentes y que en casos muy afortunados se dan de amar y desear al mismo sujeto. Pensé que la necesidad manda a ser fiel a mis deseos cual animalito sabiendo que la monogamia es una elección antinatural que uno asume por respeto y por obligación social.
Pero hoy entiendo que es más que eso: Es elegir la tranquilidad y no hacer daño a la persona que amamos y a mi conciencia.
Y acá de fiel amando y deseando a la distancia. Sin salir, sin ganas de conocer a nadie y ni se me cruza por la cabeza besar a otro hombre. Jamás pasé tanto tiempo sin sexo… o sea Manuela no cuenta. Menos mal que no tengo que renovar el documento porque no tengo huellas digitales de dos dedos de la mano derecha de tanto que se gastaron por autoservicio.
Y creo que la gente que no tiene sexo se le nota en la cara. La puedo reconocer en la calle o en la cola del supermercado. Pero bueno acá estamos intentando reconocer a la versión más madura de mí misma que veo en el espejo a diario.
Nos vemos el próximo lunes. Mira aquí todas mis columnas
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