Un personaje que se ganó el cariño del Perú durante estos últimos tres años y que radica en nuestro país es el querido ‘Will Smith peruano’, interpretado por el ciudadano venezolano Yashual Ávila Abello, quien fue descubierto por Trome, y ganó fama mundial por su gran parecido con el protagonista de la serie El príncipe del rap en Bel-Air.
Durante este tiempo, Ávila Abello ha adoptado nuestras costumbres y hasta se hizo hincha del club Alianza Lima. En una entrevista para el ‘diario papá’, el gracioso personaje pudo conocer el estadio de Matute y animarse a contar las épocas duras que vivió cuando tuvo que caminar desde su natal Venezuela para llegar a nuestro país.
“Fue muy duro salir de mi casa. Con mi esposa y mis hijas lo dejamos todo por un futuro mejor. En Cúcutá (frontera entre Venezuela y Colombia), nos pidieron dinero para pasar y no teníamos. Mi esposa tuvo que vender su cabello para sacar dinero”, contó.
“Caminábamos desde las 6 de la mañana hasta la medianoche, cargando a nuestras hijas. Me tocó dejar a un lado la vergüenza y pedir comida en los restaurantes, fue muy duro. Al llegar a Cali, Colombia, trabajé ordeñando vacas en una zona controlada por las guerrillas. En Ecuador vendí arepas y ahorraba para llegar a Perú”, confesó con voz entrecortada.
De aquellos complicados momentos, Yashual hoy quiere recordar solo lo mejor y espera el 2024 con nuevos proyectos dando vida a Will Smith. “Casi me expulsan (del Perú), pero gracias a Trome mi caso se resolvió. Ya tengo el carné del Permiso Temporal de Permanencia (PTP). Espero pronto sacar mi DNI y poder decir orgullosamente que soy peruano. Yo le agradezco mucho al Perú”, señaló.
¿Qué te llevó a emprender este viaje desde Venezuela hasta llegar a donde estás hoy?
Un futuro mejor para mi familia, y darle una buena calidad de vida a mi pequeña hija, que nació con hidrocefalia congénita.
Cuéntame tu experiencia para viajar hasta Perú
Viajé desde el municipio Páez, en el estado de Miranda, rumbo a Perú. Mi esposa, mis dos hijas y yo viajamos, primero, rumbo a Caracas; luego abordamos otro bus con destino a la frontera de Venezuela con Colombia en Cúcuta. Al llegar a Cúcuta, fuimos extorsionados por personas encargadas de facilitar el paso por las fronteras, pidiendo una cantidad de dinero que no teníamos. Tuvimos que continuar, y nos cruzaron hacia Colombia.
¿Qué fue lo más duro que viviste en ese momento?
Mi esposa tuvo que vender su cabello para poder comer algo en el día que llegamos a Cúcuta.
Sin embargo, se aferraban al sueño de llegar a Perú
Recuerdo que preguntábamos cuál era la ruta para llegar a Perú, y las personas nos veían como si estuviéramos un poco locos, no era fácil porque veníamos caminando junto a mi esposa y mis dos hijas. Yo cargaba a la mayor en mi hombro y la menor la sostenía en mis brazos, además de los bolsos que cargaba. Tuvimos que desechar ropa y zapatos con la intención de guardar agua en los refugios que encontrábamos para los migrantes.
Pero se venía lo más difícil, ¿cierto?
Sí, llegando a Cúcuta, tuvimos que caminar desde las 6 de la mañana hasta la medianoche. Recuerdo que almorzábamos galletas y me vi en la obligación de pedir ayuda en restaurantes para poder darle de comer a mis hijas. En varias ocasiones, fui rechazado, pero siempre la ayuda de Dios estuvo de nuestra parte. Hubo personas que nos ayudaron y continuamos hasta Cali, porque tenía un familiar allí.
¿Cómo te fue en Cali?
Mi familiar me dijo que en la zona de la selva de Colombia había un trabajo ordeñando vacas, y fue muy difícil para mí porque tengo miedo a las vacas y a los toros, pero tuve que perder el miedo por la responsabilidad y alcanzar la meta de llegar a Perú. Trabajé por un mes como operador de máquina para ordeñar vacas, y estuve poco tiempo porque la zona estaba gobernada por la guerrilla. Después de ese mes, nos fuimos de ahí. En Colombia, ya me llamaban como William Smith y el “Príncipe del Rock”.
Luego, siguió la ruta
Sí, nos dirigimos a una zona de Colombia llamada Pereira, donde una familia nos ayudó con el pasaje para viajar a la frontera con Ecuador en Tulcán. Recuerdo que llegamos a las 3 de la madrugada, nos quedaban 25 mil pesos (10 dólares) y tuvimos que dormir afuera del terminal.
Parecía que estaba mejorando la situación en Colombia, pero nuevamente empezó a complicarse
Bueno, sí. Por fortuna, conocimos a una pareja venezolana y alquilamos un cuarto. Me tocó vender arepas en el terminal de Ecuador en Tulcán y estuvimos así durante 15 días para emprender nuevamente el viaje rumbo a Perú. Cuando llegamos a la frontera en Huaquillas para cruzar a Zarumilla en Perú, los guardias nos paraban, pero finalmente pudimos pasar. Me tocó caminar en Tumbes, desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la noche, y en el camino nos ayudaron a tomar un autobús para dirigirnos a Piura, donde mi esposa tenía un familiar.
¿Cuánto tiempo estuvieron en Piura?
Estuvimos casi un mes. Durante ese tiempo, trabajé llenando techos. Recuerdo que el primer día, se me cayó el balde de concreto encima, pero había que seguir intentando. Busqué ayuda en redes sociales y encontré una ONG, donde presenté el caso de mi pequeña hija, que tiene hidrocefalia congénita, motivo por el cual salimos de Venezuela. Desde que la operaron al mes de nacida, no había recibido atención médica. Ya le estaban dando convulsiones y ataques de epilepsia, lo que me llevó a dejar mi trabajo como policía para buscar un mejor futuro para mis hijas y una mejor atención médica. Nos ayudaron a llegar a Lima, y nos solventaron el alquiler por tres meses, y así pudimos continuar en Lima.
¿Cómo te fue en la capital esos primeros días?
Mi primer trabajo fue como encargado de una lavandería, luego como mozo, donde me humillaron y ganaba 30 soles diarios. Recuerdo que trabajaba, desde las 7 de la mañana hasta las 5 de la tarde, y no me alcanzaba. Luego, fui barbero por dos meses y tuve que salirme porque la señora con la que hice el trato no me pagaba lo que había ofrecido en un principio. Finalmente, empecé a trabajar como estibador.
Para ese eso, ya estabas trabajando en tu personaje de Will Smith
Sí, a pesar que llegaba cansado del trabajo, mi esposa me apoyaba con todas las imitaciones del “Príncipe del Rap”; ella era la productora. Ella comenzó a enseñarme los pasos del “Príncipe del Rap”, para subirlo en mi cuenta de TikTok, recuerdo que solo tenía 25 seguidores. Recuerdo que mi esposa me dijo que hiciera un video de una escena de la serie, donde me presentan, y ese video se hizo viral y tuvo 5 millones de reproducciones.
Hasta ser entrevistado por Trome
Sí, esa entrevista cambió mi vida. Dejé mi trabajo, y me dediqué a la caracterización. Desde entonces, comenzaron a llamarme programas nacionales e internacionales como Univisión y Telemundo, con la esperanza de conocer a Will Smith y hacer la serie de Latinoamérica. Ahora me dedico a hacer shows de Will Smith y Hombres de Negro en discotecas.
Hace poco contaste que tuviste un problema con migración, dónde ordenaban tu expulsión
Sí, mis amigos de Trome me apoyaron, y tuve la fortuna que el caso se hizo conocido y conseguí quedarme. Gracias a Dios, cuento ahora con el carné del Permiso Temporal de Permanencia (PTP) y espero pronto sacar mi DNI y poder decir orgullosamente que soy peruano.
Te encariñaste con el Perú, y ahora eres hincha de Alianza Lima
Sí, en Venezuela, soy fanático del béisbol, pero aquí le agarré cariño a la gente de Alianza Lima. Me gusta mucho el jugador Hernán Barcos y espero poder pronto ir al estadio de Matute.
¿Los hinchas de Alianza Lima, te han dicho que te pareces a algún jugador?
Escuché que me parezco a ‘Manguera’ Villanueva y Waldir Sáenz, pero no sé quiénes son (risas).
Puedes seguirlo en su cuenta de TikTok (@willsmithlperuano)
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