Tula Rodríguez abrió su corazón al recordar cómo vivía la Navidad durante su infancia y las personas que marcaron esa etapa de su vida.
La conductora habló con Trome sobre los momentos familiares que aún guarda con especial cariño y que, con el paso de los años, se han convertido en recuerdos imborrables.
La exvedette señaló que existen dos etapas navideñas que permanecen muy presentes en su memoria.
“Tengo dos. La que pasaba de niña con mi papá, mi mamá y mis hermanas; y, por supuesto, las que pasé con Javier, Valentina y sus hijos”, dejando en evidencia la importancia que siempre ha tenido la familia en estas fechas.
Rodríguez también rememoró los deseos de su infancia y confesó que hubo un regalo que siempre anheló, pero que nunca llegó a recibir, una experiencia que, lejos de causarle tristeza, hoy recuerda con naturalidad.
Al hablar sobre el regalo que siempre pedía cuando era niña, Tula fue directa: “Siempre quise una Barbie y nunca tuve una. Pero bueno, eso era de niña; de grande las cosas son distintas”, explicó, resaltando cómo cambian las prioridades con el paso del tiempo.
Más allá de los obsequios, la presentadora destacó que la Navidad representa un espacio de unión y reflexión personal. Para ella, estas fechas tienen un significado profundo que va más allá de lo material.
“Significa familia”, expresó, antes de referirse a los recuerdos de quienes ya no están presentes. En ese momento, la emoción se hizo evidente e indicó que recuerda a las personas que no están en este plano.
“También me pone muy sensible recordar a los que ya no están; brindo por los que se fueron (se le pone los ojos vidriosos) y le agradezco a Dios porque estoy viva”.
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