
Luego de la visita de Pashi Pashi, Raúl Beryon, entrañable personaje de la década de los noventa, visitó el poscast del Café con la Chevez y se confesó con todo. Habló de sus inicios en el mundo de la comicidad hasta sus más entrañables anécdotas en el amor y su amistad con el fallecido Feludini.
El cómico también se refirió a cómo inició la relación con su actual esposa, sus ganas de trabajar nuevamente con Adolfo Chuiman y reveló su polémica postura sobre la infidelidad. Póngase cómodo que el café está servido...
¿Raúl, empiezas en qué año en el ambiente artístico?
Yo empiezo casi en casa, porque a mí me gustaba mucho remedar, ahora le dicen imitar, lo que yo veía en la televisión, a los profesores. Entonces venía más o menos desde casa y tan es así, que cuando llegó al Mariano Melgar, la gloriosa Gran Unidad Escolar, ya para controlarme me ponen en el Departamento de Actividades Artísticas como animador oficial. Hasta quinto año de Secundaria yo era el animador de todas las presentaciones, por todo, pero era un poco para tranquilizarme…
¿Tú siempre has sido movido?
Movido. Ahora le llaman, ¿cómo se llama? Trastorno de Deficiencia de Atención y bueno debe ser, pero sí era muy inteligente…
¿No te jalaban?
No me jalaban, es que yo escuchaba. Me gustaba, me gustó sobre todo en tercer año de secundaria, en aquella época, enseñaban álgebra, factorización. Me encantaban las fórmulas, así que hacía unos buenos whiskys, unos buenos pisco sours…

Y en el colegio, tú imitabas y supongo que algún profesor te habrá dicho Beryón, ¿no?
Varios. Me botaban del salón, ya entonces sí, cuando quería que me sacaran del salón…
¿Y a cuántas chiquillas les caíste ahí?
Uy sí, desde chico me ha gustado mucho el sexo opuesto, todavía no me ha gustado el mismo sexo, porque quiero guardar algo para mi vejez. Yo como ahora digo, yo soy un hombre clásico, solo me gustan las mujeres.No soy como ahora, que los muchachos se llaman heteroflexibles. Ves acá el editor me dice moderno, es terrible y las chicas ahora también, como te digo aceptan, no les importa, toma que te doy. Un día de estos se puede escuchar cosas, actualmente, como que se pelean y ella le dice, voy a buscarme un hombre y él le dice, sí, tráeme uno a mí también. Así estamos, ¿no?
Es amor, ¿no?
Ah sí, mientras el amor sea puro y sincero, el sexo no interesa
Y hablando de esto, tú hacías de ‘Pocholo’, ¿no? Para tu época era así como wow…
Claro, fue una cuestión así, que mi mamá me decía que por favor no lo hiciera, porque recuerda que siempre hay un prejuicio con los artistas, o somos drogadictos o éramos homosexuales y yo me pongo a hacer de homosexual. Era uno de los primeros trabajos que hacía en televisión en serio, porque fue justo cuando Tulio Loza se cambia del 4 al Canal 5 y estaba haciendo café teatro y él me jala de La Gata Caliente para su café teatro y del café teatro para su programa. Entonces el hijo de Delfor dice, me han dicho que yo tengo que escribir el callejón y yo no sé los personajes y yo le digo, bueno está doña Epidemia, Roncayulo y en los callejones pasa esto y a mí me gustaría hacer dos personajes, quisiera hacer de un achorado que se llame Piticlín y de un gay le digo. Y entonces hicimos justamente el Piticlín, que en realidad se llamaba justamente Piticlín no solo porque le gustaba un poco el pito, sino porque era achorado y el gay. Pega más el gay y ya no hago el otro personaje y de ahí de Pocholo
¿Y a quién se le ocurre el nombre a ti o al hijo de Delfor?
A mí y justamente por fastidiar a uno de mi barrio. Yo vivía en breña y había uno que le decían Pocholo y que justamente era el achorado, en vez de llamarse Piticlín. Entonces ya te puedes imaginar lo que me decían en el barrio, oye yo soy hombre, qué te pasa…
¿No te cobró?
Sí, me iba a cobrar al canal. Felizmente no había Indecopi.
Así cómo le fueron a cobrar a Karen América por la gaga. ¿Te acuerdas que la gaga llegó al Canal, la verdadera?
Sí, sí, porque estudiaba inglés con ella y ella la había copiado en la manera de hablar…
Qué loca la anécdota que ustedes tienen, de haber recreado personajes de la vida cotidiana y que se convirtieron en un boom…
Eso es así. Mira, el año pasado Karen me llama para juntar a las tres hermanas de la ‘Familia Defectos’ y lo hicimos en Barranco, en el Bianca. Se llenó, porque nunca se había hecho en vivo ni siquiera en la buena época de ‘La Gran Revista’ o de ‘Risas y salsa’ habían viajado juntas a hacer algún sketch. Imagínate después de tantos años se juntan y justo nos acordábamos…
RAÚL BERYON QUISO ESTUDIAR MEDINA
¿Y cómo fue que tú, siendo cómico, quieres entrar a estudiar medicina?
Es que es al revés, salgo del colegio y postulo a medicina en San Marcos. No ingreso y postulo a la ENAD en ese entonces, la que ahora es ENSAD y que ahora también es universidad. Postulo a la Escuela Nacional de Arte Dramático para ser actor, ya que tenía esa habilidad y que no ingrese a medicina. Entonces por eso…
¿Y te gustaba la medicina realmente?
Sí, me preparé en la San Fernando y todo. Hasta ahora un poco que me auto médico y médico a la gente, pero con base. O sea, sí manejo los términos, como que tómate un acetaminofén…
¿Qué es eso?
Panadol. La mayoría de médicos actualmente no son como los médicos de antes. Los médicos de antes te auscultaban todo. Tenía un médico, por ejemplo en mi barrio, que te daba su receta y te decía ándate dónde el boticario que te prepare mi receta. Ahora ya no hay boticas. La mayoría de médicos ahora recetan fármacos y los buenos médicos son los internistas, porque de acuerdo a cómo te ven te dicen, tú sufres de esto…
¿Y te hubiese gustado hacer alguna especialidad o solo medicina general?
Me hubiera gustado hacer cirugía…
¿Estética?
No sé si tanto estética, pero sí me gustaba eso de diseccionar, etcétera, etcétera. Me encantaba eso de la medicina…
Cuando estás en lo de Tulio, nuevamente con el programa y el personaje sigue creciendo, ¿cómo es que va evolucionando tu carrera, qué te dicen, cómo es que entras a otros programas?
Del programa de Tulio me jalan para el programa de ‘Risas y salsa’ y de ahí a hacer ‘La Gran Revista, me llamaron para algunas cosas de ‘Humor redondo’ me acuerdo. Estaba siempre en Panamericana, pero mira mi carrera había empezado antes en América Televisión con ‘El Show de Rulito y Sonia’, pero entre en la última etapa casi con Ricky Tosso que también lo jalaron. Ricky ya estaba allí y bueno justo llega el Mundial del 82 y se acabó el programa, justo con el mundial, pero estaba chiquillo en aquella época todavía…
¿Y el personaje de Rulito, ese que hacía con Sonia?
Everybody…
Ese. ¿Fue de él también o le marcaron?
Guille fue el que adaptó ese personaje, que era el turista extranjero, un americano. Guille tenía esa facilidad, que tú le contabas alguna cosa y él lo asociaba y decía ya has esto. Además conocía mucho la idiosincrasia del peruano, se había aclimatado muy bien.
¿Y los canarios? Eran los canarios que tenía como mascotas, ¿no?
Claro a él le gustaba coleccionar canarios. Llegó a tener más de 50 canarios. Los vecinos lo odiaban, porque los canarios no despertaban a la misma hora…

RAÚL BERYON Y BÁRBARA CODINA
Entonces, ¿cuándo vas a ‘Risas’, ahí es que te enamoras de Bárbara?
No, con Bárbara nos conocimos en el Café Teatro ‘Jonel’s’. Justo iba a hacer una obra que se llamaba ‘Ave Cejas’, con el tío Ricardo Fernández. Había terminado en ‘La Gata Caliente’, me acuerdo, con Teresa Dávila y me llamaron Efraín con Jonel, para hacer una obra ahí y ahí conozco a Bárbara.
Guapísima Bárbara, unas piernazas tenía…
Sí, sí. Dos. Además era, era no, es la combinación de su mamá, que era cubana, con su papá que era peruano. Su papá moreno, su mamá blanca, café con leche. Muy bonita, muy rico y bien. Ahí nos conocimos y pasó mucho tiempo para que tengamos un hijo, casi 10 años…
¿Pero la floreaste ahí mismo o no la floreaste?
Bueno, yo siempre he floreado bastante. Me decían el florero, no porque estuviera aquí, sino porque paraba lleno de flores. Siempre me han gustado las mujeres y cuando dijeron que si era racista, no, no. Con tal que sea mujer, aunque a veces me han querido engañar y nos ha dolido…
RAÚL BERYON Y CHICA TRANS
¿Te ha pasado que alguna vez? ¿Te han siriado hombres?
Sí, alguna vez me ha pasado. Me ha pasado en Trujillo. Lo que pasa es que cuando tú te vas de gira, una vez que acaba la presentación lo que menos quieres es dormir. No es como el cine o la televisión, que cuando tú terminas de grabar quieres irte a descansar, porque esta actividad de grabar agota. Agota por los cortes. En cambio en el teatro, en las presentaciones en vivo, todas son de largo y terminas con la adrenalina muy arriba. Entonces lo que quieres es votarla y me fui a una discoteca justamente y ya habíamos tomado unos traguitos y tú sabes que las discotecas son oscuras, tú que nunca has ido a una discoteca…
Jamás, jamás…
Son oscuras y bien, estábamos junto a una chica, nos agarramos la mano y muchas partes más, hasta que me di cuenta y dije no, no, ahí se me pasó el trago y nunca más volví a ir a esa discoteca…
No puedo creerlo, ¿la única vez?
Sí, la única vez y después ya estuve en Trujillo, ya me quedé buen tiempo, estuve manejando un canal que era Sol TV…
Pero eso ha sido reciente, no hace mucho…
Pero eso ha sido que, 2016…
¿Y antes?
Es que esto pasó antes, te estoy hablando por los 90, que era la época del terrorismo y que viajábamos bastante, grabábamos miércoles, jueves y viernes, sábado si no hacíamos Café Teatro estábamos fuera de Lima…
Esas grabaciones, estaban a las 9 de la mañana y empezaban a la 1, 2, 3, 4 de la tarde. ¿Qué hacían, ah?
Lo que pasa es que la culpa la tenía Guille. Nos citaban a las 9 y Guille hacía el programa de Gisela. Entonces Gisela iba a la 1 de la tarde, hasta que él regresaba. Yo llevaba mi bronceador. En época de verano en el Amauta tomábamos sol…
¿Tomaban sol nada más, que sol?
Sí.
¿No habían chelas?
También y en la noche algún calientito…
Ron con Coca Cola…
Sí, sí. Te invitábamos, para los que tenían que cubrir tarde…
Sí me acuerdo y los sketchs eran espectaculares. Habían sketchs que duraban buen tiempo, casi 15 minutos, 20 minutos, media hora, ¿qué era, una novela estaban grabando?
Es que había momentos en que nos poníamos de acuerdo. Llegó un momento en que Guille ya no quería escribir, ya no quería y tenía que presentar un libreto para cobrar. Entonces llegó un momento en que miraba el programa, lo grababa y después se ponía a transcribir y nos poníamos de acuerdo, ya tú dices esto y esto y de pronto decía, va a quedar chico alarguen y alargábamos…
¿Salían así nomás?
Sí y después cuando cortaban, tú debes haberlo escuchado cuando decía, pero oigan apéguense al libreto. ¿Cuál libreto? Qué tales épocas y estábamos todos ágiles. Hace dos días acabo de grabar un corto para los chicos de la Universidad de Lima. He estado como chamán y me acordaba de la versatilidad que teníamos para aprender un libreto, porque a veces los libretos te los daban media horita antes y les decía pucha ahora me está costando trabajo aprenderme estas cinco o seis líneas, porque uno los años pasan, pero dos es que la agilidad, cuando estás en esto todas las semanas…

Es como correr todos los días, bailar todos los días…
Ahora yo sí me mantengo en eso, porque como yo animo fiestas. El domingo acabo de animar unos 70 años de una gente de Chachapoyas…
Tu promoción…
Mi promoción, me falta poco. Ya soy de la tercera edad…
Ya dice tu DNI no caduca…
Sí, ya. Yo tampoco caduco. Y entonces la gente de la selva, es como la gente del norte y entonces me daban cosas. Yo decía pucha qué bonito, me han hecho sentir como si estuviera en el Café Teatro, porque en el Café Teatro la gente hablaba o agarrabas a alguien de punto y todo eso era irrepetible y al día siguiente querías acordarte lo que había pasado, como había sido tan improvisado…
Y en esa época llevaban 40, 50 puntos…
Si, Las Chicas del Can llegó a hacer 60, 65 puntos. Las Chicas del Can fue una cosa así, que la primera versión la hicimos con don Carlos Velázquez como director. No sé qué problema tuvo y a la semana siguiente llega Guille y Guille dice, don Alberto Terry, que era el gerente general, dice que les ha salido muy bien un musical de Las Chicas del Can, hay que repetirlo, porque la gente está llamando. Lo repetimos cuatro semanas más, hicimos todavía un sketch, porque hicimos también como si fuéramos del camerino para hacerlo y a la siguiente semana ya nos vistieron mejor…
Estabas tú, estaba Adolfo…
Adolfo, Rodolfo, Machucao, Jorge Benavides que tocaba atrás los timbales, Petipán tenía que estar, el feo Campos. Hicimos varias versiones y cuando nos íbamos de gira era todo un asunto, porque cuidado mis tacos, mis medias. Manejar los tacos, felizmente no usábamos taco aguja, sino así con plataforma y cuadrado. Por ejemplo, me acuerdo en el Paul Harris, allá en Chimbote, es un coliseo, y el camerino para llegar, porque generalmente el escenario lo ponían al medio del coliseo para que se vea, entonces era casi caminar 60, 70 metros, y ya nos ves a las locas corriendo para ponernos, porque la música la música ya nos iba ganando, la pista ya la habían soltado. Locura y media…
Sí, me acuerdo ese sketch, me acuerdo de un Adolfo flaquito…
Y después otro sketch bueno, musical, era los New Kids on the Block, que inclusive como se había hecho en la esquina de la televisión ya dábamos conciertos afuera, o sea conciertos en fonomímica y la gente vibraba como si estuviéramos cantando…
Como si fueran los verdaderos. Hasta firmaban autógrafos, yo he hecho fotos…
Y Alfredo estaba flaquito, junto con Rodolfo Carrión que nunca acertaba el ritmo, pero él llegaba…
Que en paz descanse, gran amigo. ¿Cuántas veces te salvó de las peleas con Bárbara?
Uy, muchas. Me dio albergue, en el buen sentido de la palabra por si acaso.
Te peleabas mucho con Bárbara, ¿no?
Bueno, sí, por eso es que ya en el 2005, cuando estábamos en Estados Unidos, ya Rico estando grande, mi hijo mayor, decidimos separarnos por el bien, ¿no? O sea ni siquiera fue por una pelea, sino que como habíamos estado tanto tiempo juntos, ya como que el amor murió, así como dice el vals, y nos separamos. Yo todavía me quedé en Estados Unidos hasta el 2008, 3 años más, trabajando en un periódico que se llamaba El Sol, de Texas. Me dieron mi premio y todo colega y me hice periodista, pero así de los buenos.

Y hablando de esa época con Bárbara, yo me acuerdo haberlos visto en el canal bien y en otro momento mal, y decía uy qué pasó y me acuerdo que una vez me chismearon que Bárbara casi te deja sin cabeza, porque tú andabas siriando a otra persona…
Así dicen. Yo no puedo afirmar nada, no tengo la menor memoria de esas circunstancias. Creo que fueron chismes, porque generalmente las mujeres se guían mucho por los chismes y como ustedes las mujeres aparte de los cinco sentidos tienen más, tienen la envidia, la sospecha, entonces les gusta más que les lean las cartas, las habladurías de la gente…
Ya, pueden ser habladurías, pero santo no eras…
Yo me considero santo…
En esa época no eras…
Yo siempre digo que si voy a tener que ser caballero, hombre, yo escogí a mi lado rectilíneo y era hombre, pero al fin y al cabo creo que lo importante era estar lejos de los escándalos y que todo se resolviera entre cuatro paredes como tiene que ser…
¿Pero por qué se van a Estados Unidos?
Nos fuimos, uno, porque se acabó el programa el año 99 y entonces ella decide emigrar. Me dice voy para allá, después va mi hijo. Yo estaba aquí enseñando en dos colegios y como que no vi que había una perspectiva de volver a la televisión, porque no había, pues entonces dije me voy para allá. Primero me fui a Miami, porque ella estaba en Dallas, en Texas, yo me fui con mi hermana y después me fui a Dallas.
Ahí estuvimos, en Dallas, buen tiempo. Vi crecer a mi hijo, estaba chico, que llegara del middle school, al high school. Después pasó lo que tenía que pasar y nos separamos.
RAÚL BERYON Y SU ESPOSA
¿Y después te vienes acá en el 2008?
2008 y me reencuentro con mi actual esposa, con Magaly y ya después decidimos formar una familia y mi hija nace en el 2012.
¿Te reencuentras? ¿Ya con cuando estabas acá se habían visto?
Nos volvemos a ver, porque ella había sido extra en algunos programas, había bailado en ‘El Enchufe’, cuando nos fuimos al Canal de las Estrellas, cuando nos fuimos para el canal 4 y nos reencontramos y a ver qué pasa. Me sedujo…
Y tú que no querías. ¿Se han casado, se llegaron a casar?
Nos casamos claro, en el 2015…
Ah mira, ¿tu niña tiene qué, 13?
14 años ya…
¿Y tu hijo mayor?
33 años, 34 claro…

RAÚL BERYON TROLEA A MELCOCHITA
¿No eres abuelo todavía?
Todavía no quiere el otro. Se llevan 20 años. Yo cada 20 años voy a tener un hijo. Allá en Estados Unidos los chicos tienen otra mentalidad. Se llevan 20 años, cada 20 años voy a tener un hijo, pero no como Melcocha, van a ser míos…
No, ¿qué pasa? No seas así…
Una rata yo. No, lo que pasa es que Melcochita aprendió a escribir muy tarde, entonces tenía un lapicero y comenzó a firmar todo lo que le daban…
No seas maleado con mi tío. Va a venir Monserrat y te va a dar, te va a sacar los ojos…
Uy sí me va a querer matar. Yo a melcocha lo conozco años, desde que lo veía con La Peña Ferrando, hasta que llegamos a trabajar juntos. Hemos viajado juntos y todo…
Qué anécdotas tendrás con Melcocha…
Un montón, porque Melcocha es de los que desde que se levanta está todo el día fastidiando. Entonces a veces lo contrataban los empresarios para hacer reír a los artistas. No mentira, si no es que todo el día estaba, qué hacemos, oye vamos a fastidiar, le gusta toda la palomillada…

A ver, vamos a hacerte unas preguntitas. Lo primero que se te ocurra me respondes. ¿Pocholo o Piticlín?
Pocholo me hizo popular, pero a mí me gustaba más Piticlín. Solamente lo pude hacer con el tío don Alex Valle, en una obra de café teatro que se llamó ‘Nos quieren romper el voto’, en el Cholibiris. Hice lo que quería, que era hacer Pocholo y Piticlín. Con don Alex Valle nos fuimos hasta Tumbes por tierra.
¿La paternidad?
Mira, a pesar que tengo dos hijos, siempre me han gustado los niños. Los niños, nunca me han gustado los bebés, porque con los niños yo me pongo a jugar, hasta ahora. O sea, los chicos, la palomillada siempre me ha atraído y bien he tenido los hijos que he querido tener. Eso sí, es importante, no los que han querido adjudicarme, porque si bien es cierto he tenido varias parejas, era no quiero tener hijos y los hijos van a venir, cuando deban venir, de mutuo acuerdo…
¿Rulito Pinasco y Sonia Oquendo?
Uy, Rulito, mi tío, chévere. Un tipo muy culto, le gustaba conversar muy bien y Sonia es muy elegante. Con los dos me llevaba muy bien cuando estábamos en el programa y cada vez que nos vemos nos saludamos con mucho cariño.
¿Las dos han sido el amor de tu vida, Bárbara y tu esposa Magaly?
Sí, sí, obviamente en diferentes épocas, porque uno como ser humano va evolucionando, no somos los mismos ahora. Como le decía a mi hijo, la edad ideal para ser papá es entre los 30 y 40. Mi hijo que ahora tiene 34, porque yo lo tuve a él cuando tenía 29…
¿Ricky Tosso?
Uy, mi hermano, casi mi hermano. Lo extraño bastante al gordo, hicimos café teatro. Él había crecido buen tiempo en Argentina y le gustaba hablar mucho de libros de teatro, que nos costaba trabajo en aquella época tener, también las librerías no traían libros actuales, iban a traer libros de teatro. Entonces sí, conversábamos bastante y con su papá don Ricardo Tosso cómo nos reíamos, el eterno ‘Mipayachi’. Cuando hago el Pimpollo que era mi payaso, me inspiro un poco en Mipayachi, porque yo lo había visto de chico. Buen tiempo hice de Pimpollo, desde el año 78 más o menos, hasta el año 85 algo así, en fiestas infantiles. Con eso pagaba mis estudios…
¿Cuánto fue lo máximo que te pagaron por Pimpollo?
Me llegaron a pagar hasta 5 mil soles por un show, para una empresa en Navidad. Claro que no fue Pimpollo solo, llevé una orquesta de Papá Noeles, en aquella época no se usaba mucho. Era un show para una empresa…
¿Es lo máximo que te han pagado por hacer los shows?
Por hacer de pimpollo.
RAÚL BERYON Y FELPUDINI
¿Rodolfo Carrión?
Mi hermano. ¿Sabes lo que más me duele? Aparte que prácticamente se murió en mis brazos y no se murió como habíamos quedado, porque ese día lo había llevado a que lo vea el cardiólogo y el cardiólogo le dijo mañana nos vemos en el INCOR. Entonces nos regresamos a su casa, estacionó el carro y él baja, le digo despacio y como veo que no podía subir el pie para ir a su sala, le digo yo te ayudo y ahí se cayó.

Nosotros habíamos hablado que si él ya se sentía morir, como nosotros tomábamos mucho vino, nos gustaba el vino, era tomarnos un vino decir salud y si él sentía que ya se iba, pero tomando y lamentablemente no pasó así. Entonces ya cuando saqué el carro, lo subí para llevarlo al Mongrut, porque él vivía justo en el límite de San Miguel con Magdalena y ya cuando llegó había fallecido. Fue una pena, tenía todas las ganas de vivir, pero ya las dos últimas semanas le costaba mucho trabajo movilizarse. Él me decía, que es el ideal de toda persona, mira si yo llego a viejo y todavía me puedo limpiar mi potito estoy bien. Él no quería que otra persona lo atendiera.
Pero tú estuviste siempre con él en esta última etapa, que él estaba enfermito, sí me acuerdo…
Sí, claro. Además, porque estábamos cerca. Siempre nos comunicábamos, desde antes que él supiera que estaba enfermo. Es más, cuando a él le da el primer ataque al corazón, voy al hospital a traerme su carro. Estábamos cerca, casi nos veíamos interdiario.
Claro también estaban haciendo los talleres con Efraín…
Cuando Efraín agarra el teatro Jade, Rodolfo lo había ayudado en todo lo que era revivir ese teatro…
¿Y el amor de Rodolfo y Analí?
Mira Analí era promoción mía del grupo Histrión, una promoción antes es Elmer Alfaro. Yo estaba en la Escuela de Arte Dramático, pero era como decirte ahora cualquiera de las escuelas top, que hay pocas, todo el mundo quería entrar a la escuela de Histrión, es como decirte que Yuyachikani haga una escuela de verano.
Entonces yo quería estar ahí y entro y me encuentro pues con Analí y se enamoran ahí ellos. En Histrión es que se conocen, se enamoran y ya después de un tiempo empiezan a salir. Rodolfo tenía mucha suerte con las mujeres. Lo veían flaquito y era un tipo muy cariñoso, afable y muy inteligente, de muy buena conversación. La mayoría de chicas se pegaban a él, que siempre tenía una palabra amable, un buen consejo, hablaba de todo. Tenía una belleza interior, había que pelarlo a mi compadre.
Pero se complementaban pues, a eso es lo a lo que voy. En el espectáculo no ha sido la única pareja así. Ahí están María Félix y Agustín Lara, en México, por ejemplo. Entonces las cuestiones físicas, y además tú que me conocías muy rara vez he andado con una chica fea, para feo yo, pero justamente bastaba con que me escucharan hablar y las hiciera reír…

¿Efraín Aguilar?
Pucha, como dije el otro día, que me hicieron una entrevista en una radio, me pidieron que le mandara un mensaje, pues primero fue mi maestro, luego mi colega y ahora pronto va a ser mi socio…
Tienen que sacar el programa…
Sí. Oye agarra el programa. Efraín me encanta, porque siempre empieza las cosas desde cero, las saca adelante, cuántos artistas ha sacado. Él tiene muy buen ojo para sacar actores…
RAÚL BERYON Y ADOLFO CHUIMAN
¿Adolfo Chuiman?
Uy, mi pata, mi compañero del chilingui, te consta. Tal es así que su esposa es mi comadre, es madrina de Rico a ese nivel y él es testigo, me lo llevé para que firmara la partida de bautizo de mi hijo, sí Adolfito. Estoy que le digo a Adolfo vamos a hacer teatro, porque siempre él me decía, cuando terminaba las temporadas en televisión en diciembre, vamos a hacer teatro en enero y febrero. Y nunca, así que ahora estoy que lo trato de convencer, para que vuelva a hacer teatro. Ahorita está en sus cuarteles de invierno…
¿Pero las bailarinas, en ese tiempo, a ustedes se les pegaban más o no?
Bueno, yo creo que el asunto de la fama atrae bastante, pero no solo a gente dentro del ambiente. Yo más he conocido gente fuera del ambiente, que dentro…
¿Y las vedettes?
Bonitas son, ¿no? Todas eran bonitas… Es que eran bonitas las vedettes, qué vamos a hacer y generalmente un artista siempre admira la belleza. Ahora, creo que hay un sitio para las chicas que se llama lugar de las despechadas…
¿La gata caliente?
Uno de los mejores café teatros que hubo en la época, porque Jorge Jiménez, que era el propietario cuidaba todo. Cómo ibas a salir vestido, la iluminación, era un sitio chiquito pero acogedor.
¿Y el lugar más extraño o más exótico en el que hayas hecho el amor?
Un avión. Sí, sí…
¿Un avión? ¿En el baño? Te pregunto pues…
No. no necesariamente en el baño. No, no, no, hay vuelos que son largos y la gente duerme. Los baños son muy pequeños. No he tenido todavía la suerte de irme en un avión chárter, para decir qué chévere…
¿Guillermo Guille?
Bueno, él fue quien me llevó a ‘El Show de Rulito y Sonia’. Me vio en una obra de café teatro, que yo tenía talento y ahí trabajamos en varios programas.
¿’Risas y salsa’?
Una gran lección para mí, porque conocí a lo mejorcito de aquella época…
Tú entraste cuando ya estaba así todo el elenco duro…
Mira, me pegué a don Alex Valle, porque a mí me gustaban también las cosas detrás del teatro. Don Alex Valle el mismo sabía preparar maquillaje, hacer utilería y me recibió con ganas, con simpatía, porque don Alex tampoco era que se abría mucho, renegaba bastante y me recibió con simpatía. Otra que me recibió con mucha simpatía era Alicia Andrade. Alicia era muy campechana, pero también era no de abrirse mucho. Esmeralda Checa y doña Jesús, ella sí era una madre para todos…

RAÚL BERYON Y LA INFIDELIDAD
¿La infidelidad?
Bueno, a ver, si la infidelidad no se sabe, creo que no le haces daño a nadie. Pero lo que hace daño es el escándalo y eso es algo que yo digo, oye a la gente la ampayan porque quieren que los ampayen o porque son idiotas. Yo creo que son por las dos cosas o eres idiota o quieres que te ampayen y te exhibes. En el caso de los hombres viejos, dicen que cuando llegamos a una edad, el conquistar a una chica joven como que nos hace revivir…
El colágeno…
El colágeno, esas cosas, yo creo que es una idiotez. Por eso es que yo he hecho, por favor en mi TikTok está, las 69 reglas del infiel y una de las reglas es que un infiel jamás dice que es infiel. Jamás admite que es infiel y jamás es ampayado siendo infiel, sino no es infiel es un idiota y es más, el infiel jamás se jacta que es infiel con sus amigos, porque entre sus amigos hay alguien que le puede meter el puñal. Todo esto porque he leído y me han contado, por si acaso…
¿Tú tomas viagra?
No, todavía no…
¿Alguna vez?
Sí, si alguna vez me falla…
¿Tu esposa, cuántos años menor que tú es?
12 años. Ya tengo mi colágeno.
¿El humor o el drama?
Mira, esto también se lo digo a mis alumnos, es más difícil hacer reír, que hacer un drama común. Sin embargo, nosotros nos consideramos comediantes, antes que cómico. Un cómico es Melcochita, es Barraza. En cambio un comediante necesita un personaje, en este caso para hacer reír o para hacer llorar. ¿Cuál es la dificultad de hacer reír? Que tienes que tener un time, un tiempo, para ir midiendo a la gente en qué momento va a reír o no va a reír. Nosotros en el argot decimos que cuando contamos un chiste o hacemos algo y la gente no se ríe, decimos bote, ha dado bote. En cambio en el drama, salvo la iluminación, la atmósfera, no sabes cómo está reaccionando el público…
¿Alguna vez rebotaste con alguna chica, bailarina, compañera de trabajo?
Muchas veces, muchas veces me puede haber pasado que he mal interpretado algunas señales y rebotas pues, pero nunca he tenido ese problema que si reboto me emperro, no. No fue, no fue. Ya después han pasado los años y me han dicho ahora sí y les digo no, pero ya estás para el asilo. Una rata yo…
¿A quién te gustaría dirigir o por quién te gustaría ser dirigido?
Me hubiera gustado ser dirigido por Coco Chiarella por ejemplo. Siempre estábamos en esos coqueteos y nunca pudo pasar. Tal vez Alberto Isola pudo haberme dirigido. Hice un Shakespeare me acuerdo en el año 2000. Vino justamente Donald van Der Maaten, algo así, a dirigirnos, un holandés que había estado en la Royal Shakespeare. Hicimos ‘La fierecilla domada’, con Norma Martínez y de ahí como Alberto Isola está siempre con la gente de La Católica, hicimos planes para ver qué hacemos. Pero nosotros los actores siempre tenemos obras y obras y a veces no las hacemos, en la mayoría de los casos.
¿Con quién no te sentarías a tomar un café?
¿Con quién no me sentaría a tomar un café? Ay caray, ¿del ambiente artístico? Nunca me he puesto a pensar en eso, yo creo que con todos me tomaría un café. No creo tener enemigos o alguien que me caiga antipático, como para no tomarme un café. De repente puede haber alguien que no se quiera tomar un café conmigo, pero que yo me siento a tomar un café con todo el mundo…
RAÚL BERYON Y MÓNICA SÁNCHEZ
¿Si tuvieras la oportunidad de hacer una escena de amor, con quién te gustaría?
¿Con quién me gustaría hacerla? Actualmente con Mónica Sánchez. Sí, justo, porque ayer he estado en una reunión en la casa de los Yuyachkani, que estamos viendo como a raíz de todo lo que ha pasado con los artistas, me voy a poner serio, ver por qué están agrediendo tanto nuestros derechos culturales. Entonces estamos en eso, porque no todo es jajaja por si acaso, sino que nosotros los artistas también consideramos que la gente está perdiendo su derecho al acceso a la cultura y un artista que no tiene sensibilidad social, no se podría llamar artista. Entonces hemos estado con Mónica, la vi que está muy bien, sé que tiene pareja, pero será una escena nada más…
¿Y a ti la tele te jala ahorita?
Yo sigo haciendo televisión, en el sentido que como te decía, acabo de hacer un corto, estoy por inaugurar un canal que se va a llamar TV Hoy, que solo va a estar en streaming, para que no tiemblen los canales de señal abierta. La experiencia de haber dirigido dos canales, de haber estado en Cable Perú y Sol TV. Entonces ahora vamos a echarle las ganas de empezar algo desde chiquitito y a ver cómo vamos.
Va a tener diferentes segmentos, periodismo, entrevistas, darle cabida a nuevas propuestas. Así que vamos a experimentar. Lo más bonito de esto es que estamos en el local donde antes estuvo Radio El Sol…
¿Qué personaje actual te gustaría hacer?
Por ejemplo los que llaman ahora los influencers. Tienes influencers de todo tipo. Lo veo de ponerme, ¿cómo se llama? Suéltame la música y ponerme a hacer un challenge por ejemplo, y decir, bueno ahora no se olviden de comprar y colabore, que ahí está el QR. La típica el QR, ya todo el mundo pone su QR y las chicas también ponen su QR. Entonces ya estamos en directo, ¿no?
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