Mónica Cabrejos dijo que Alfredo Benavides tiene el síndrome de ‘Peter Pan’, pues se enamora y no desea comprometerse, y que en Japón lo vio muy ilusionado con la rumana Dasha, de quien se separó cuando su pareja, un peruano vinculado a la mafia Yakuza, le dijo que era lo mejor por su ‘bienestar’ y el de la rubia.
Mónica, en #caféconlaChevez, Alfredo contó que sabías la historia de la rumana Dasha de la que se enamoró en Japón.
Él se quedó en Japón por Dasha, la rumana rubia como el sol, guapísima. Nuestro contrato fue por quince días, él se regresó a los tres meses al Perú, yo a las dos semanas. Me mandó todo lo que ganó para sus hijos y se quedó.
¿Se enamoró?
Pero ella tenía marido y era peruano, él se ilusiona.
O sea ese yakuza peruano que lo ‘cuadró’ era el ‘firme’...
Así es. Salíamos de trabajar y me dejaban en la van y él iba donde ella trabajaba que era un omise, tipo geishas, nada sexual, pero no entran mujeres.
Él se quedaba a esperarla que saliera de trabajar.
Hasta las 3 de la madrugada la esperaba, la conocí porque fue a nuestro último show juntos. Alfredo siguió haciendo shows allá solo para conquistarla.
¿El corazón le gana a Alfredo?
Ese Alfredo tiene el síndrome de ‘Peter Pan’, se enamora pero no quiere comprometerse, no quiere madurar.
Eso parece que también pasó con Gabriela Serpa.
Es que Gabriela es de armas tomar, vio que este no avanzaba, ni demostraba interés y ‘chau’. Bien porque Alfredo no va a madurar, es el niño eterno hasta que encuentre a su ‘Campanita’ y lo agarre de ya sabes dónde, ja, ja, ja.
En ‘Café con la Chevez’ de Trome, Alfredo Benavides reveló que se enamoró de una chica de la noche en Japón, pero que su historia no tuvo un final feliz debido a que fue amenazado por los Yakuza, una de las organizaciones más peligrosas del mundo.
“Cuando me fui con Mónica Cabrejos, me enamoré de una rumana que se llamaba Dasha, pero me amenazaron los Yakuza. La conocí en un nightclub, para mí era una película de gangsters, era un karaoke. Se me acercó la rumana con sus ojos celestes y me derretí”, indicó
El cómico detalló que, incluso, pensó en sentar cabeza con una mujer de un nightclub, pero que terminó por alejarse.
“Esperé hasta el último a Dasha, subió a mi carro y de frente, no hablaba español, solo eran señas, ni tuvimos sexo. Me dijo, ‘mañana’ y yo iba pero no entraba, me quedaba en la puerta”, dijo.
Mientras esperaba a Dasha, Alfredo Benavides fue abordado por los Yakuza, quienes advirtieron que le harían daño a lo mujer. Finalmente, decidió alejarse y terminó llorando en un hotel.
“Vino un peruano que era parte de los Yakuza y me dijo ‘Alfredo, no te quiero molestar pero ya tú no puedes venir acá’ (...) El daño no te lo vamos a hacer a ti, se lo vamos a hacer a ella. Entonces tú no quieres que le hagamos daño, nosotros volvemos a saber que has llamado, el daño es contra ella’. Mónica Cabrejos sabe la historia, me fui a llorar al hotel, qué será de la vida de esa chica. Mi idea era quedarme en Japón, Mónica se vino y yo me quedé”, manifestó.
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