Bien dice que la juventud se lleva en el alma. O que la edad solo son númeritos nada más. Este señor va camino a los 89 años y no para de reinventarse. Cada vez que puede escribe una nueva historia dentro de su propio pasado. Pablo Villanueva es su nombre real, aunque para todo un pueblo que disfruta su talento siempre será ‘Melcochita‘, el cómico que hace reír con solo escucharlo o tan solo mirarlo. Pero él lucha para ser reconocido como sonero.

Mira también:

‘Melcochita’, ¿vuelves a la música?

Hace veintitrés años que no grababa y cuando me invitaron para este proyecto me encantó.

Te siento feliz...

Debo confesar que me gusta más el canto que la comicidad.

¿En serio?

Preferiría recorrer el mundo cantando que haciendo reír.

Te viene perfecto esta producción musical...

Haré lo que nadie ha hecho. Me presentaré en veintiún lugares de toda Colombia.

¿Y entre cada canción contarás chistes?

Casi nada.

¿Qué temas interpretarás?

Música antigua agregándole mi soneo.

¿Por ejemplo?

‘Momposina’ de la Sonora Matancera y ‘Pa’ bravo yo’, entre otros.

¿Y preparas lo que vas a agregar de tu ‘cosecha’?

Aflora en el momento. Como lo hice con el grupo rockero Los York’s.

'Melcochita' se confiesa  (Foto: TROME / Allengino Quintana)
'Melcochita' se confiesa (Foto: TROME / Allengino Quintana)

¿Cómo fue esa historia?

Trabajaba en un estudio de grabación donde llegaban todos los grandes de esa época y reemplazaba al músico que faltaba.

Entonces...

Ese grupo de rock me llamó y grabamos doce temas que surgieron en ese instante.

¿Improvisaste?

Como los chistes que cuento. Una vez salió uno de improviso y quedó.

¿Cuál?

¿Tú sabes por qué los gatos no van a una discoteca?

No...

Por el perreo (risas).

Te siento lleno de vitalidad...

Este setiembre cumplo ochentinueve años y me siento bien, lúcido, con vitalidad.

¿Has sido bohemio?

Bebía bastante. Íbamos con Óscar Aviles a tomar en medio de la plaza de toros, en Acho.

¿En la arena misma?

Éramos amigos de un banderillero al que llamaban ‘Kerosene’ y le encantaba poner la mesa y las sillas en medio. Pero un día no fuimos más...

¿Por qué?

En plena borrachera gritó: ‘Tengo ganas de torear’ y se fue a sacar un toro. Nos arrancamos llenos de miedo.

‘Melcochita’: El ‘Cholo’ Sotil tomaba una barbaridad

¿Otro personaje con quien te metías ‘tus aguas’?

El ‘Cholo’ Sotil. Era admirable. Tomaba una barbaridad. Yo terminaba hecho basura y él al día siguiente jugaba y metía dos goles. ¡Era único!

¿Otro que te dio su amistad?

Roberto Chale, que se tomaba hasta la confianza. Íbamos con una escalera al Hotel Crillón, donde estaba concentrado con la selección, y se escapaba por la ventana para ir a brindar por la avenida Abancay.

¿No lo reconocían?

Sí, pero la gente lo quería y nadie decía nada.

¿Eres negro o afrodescendiente?

Soy un señor acrílico.

Una buena forma de decir lo mismo con otras palabras...

Yo no digo gay, para mí son personas que tienen dañado el ‘océano Atlántico’.

Apunto de cumplir 20 años de matrimonio

¿Te preocupa el qué dirán?

Si fuera así no estaría con mi mujer.

¿Por qué lo dices?

Cuando empezamos todos aseguraban que ella estaba conmigo por mi plata y ya vamos a cumplir veinte años de matrimonio y estamos felices.

Imagino que hace rato usas la ‘pastillita azul’...

Me aplico inyecciones de resorte.

¿Eso para qué es?

Para que el ‘muchacho’ salte cuando llega la hora de la acción, ja, ja.

¿Qué consumes para dejar bien a los varones?

Mi esposa me hace ‘calderones’ de cabeza de pescado con bastante ajo.

¿Y haces seguido el ‘delicioso’?

No todos los días, pero una vez por semana. Y para eso, la ‘jefa’ también debe trabajar bien.

'Melcochita' se confiesa  (Foto: TROME / Allengino Quintana)
'Melcochita' se confiesa (Foto: TROME / Allengino Quintana)

¿Tienes miedo a morir?

No, porque todavía no me aburro de vivir.

¿Crees en Dios?

Y solo en Él, sin intermediarios.

Dos chistes sobre el tema...

En plena última cena, Jesús le pregunta a Judas: ¿Me amas? Y él responde: ‘Señor, el gay es Juan’ (risas).

Otro...

Un papa manda a pintar justamente esa última reunión del Señor con sus doce discípulos, pero el artista se emborracha y pinta lo que sea. Cuando llega con el cuadro había pintado trece apóstoles y su santidad le reclama: ‘Oiga, uno está sobrando’...

¿Qué responde el pintor?

No se preocupe, el que está de más chupa, come y se va.

Gracias, don Pablo, y que todo salga bien...

A ustedes y gracias por esta oportunidad.

El hombre que bordea la ‘base 9’ está feliz de reencontrarse con la salsa, el soneo y el tumbao. Sacar a la luz 12 canciones con el nombre de ‘El Sonero llegó’ lo hace explotar de emoción. Como diría la Madre Teresa de Calcuta: “La paz empieza con una sonrisa”. Y ‘Melcochita’ siempre la tiene dibujada en el rostro.

TE PUEDE INTERESAR

Contenido sugerido

Contenido GEC