Génesis Tapia y su esposo Kike Márquez estuvieron a punto de divorciarse por culpa de un hombre y, aunque la mala de intención de esta persona puso en riesgo su matrimonio, reconocen que esta maldad los ayudó a salvar su familia, pues ya venían arrastrando una fuerte crisis.
Génesis, Kike, ¿por qué realmente anunciaron su separación?
K: Mi esposa creía que hubo una infidelidad, pero como no tenía nada que temer mi conciencia estaba tranquila. Al final, la verdad salió a la luz.
G: Quien estuvo detrás de todo esto fue un hombre. A Kike le llegó un mensaje al celular que decía: ‘Hola, mi amor’. No había ninguna conversación, pero yo me hice pasar por él para saber hasta dónde había llegado con esta supuesta chica.
¿El hombre que te hizo creer la supuesta infidelidad de Kike y trató de destruir tu matrimonio es tu expareja y padre de tu hija?
G: No quiero confirmarlo porque tengo mi niña de 10 años, pero se le viene la noche a esta persona. Es alguien que vive lleno de odio y rencores, pero Dios es tan maravilloso que la obra del diablo siempre termina obrando para bien cuando estás con el Todopoderoso.
¿Por qué lo dices?
G: Porque mi relación con Kike ya se había enfriado después de 7 años. Mi matrimonio ya no era el mismo. Esa pasión y llama no estaba más.
O sea, la supuesta infidelidad de Kike solo iba a ser la gota que derramaría el vaso...
G: Sí. Estábamos en una crisis un poco complicada, ambos somos buenos padres, él es un hombre maravilloso, pero habíamos puesto como prioridad ser padres y nos olvidamos de nosotros. Ya no veía más a ese Kike que me enamoró, me sentía aburrida y él también.
¿Sienten que su relación es distinta tras la crisis?
G: Sí. Kike ha comenzado a tener comportamientos con los que me había enamorado y viceversa. He vuelto a valorarlo y a comprenderlo más. El problema que nos quisieron ocasionar hizo revivir todo el amor que siento por él, así que le agradezco a esta persona que quiso hacernos daño. Si no pasaba eso, mi matrimonio iba a terminar porque se estaba enfriando bastante.
K: La rutina de todos los días nos llevó a caer en eso (crisis), llegó un momento en que me sentía aburrido y ella también.
¿Han llegado a algún acuerdo?
G: Nos hemos pedido perdón por no valorarnos, nos habíamos olvidado de darnos gestos, ahora nos hemos hecho promesas y las estamos cumpliendo.
K: Hicimos un cronograma, un fin de semana salimos con los niños y al otro nos toca solos.
Ustedes han logrado salvar su matrimonio, pero ¿por qué creen que se dan tantas separaciones en la actualidad?
G: Porque el ‘te amo’ es una emoción, pero el verdadero ‘te amo’ es una decisión. Uno decide amar hasta el último de tus días. Problemas siempre hay, nunca van a faltar, pero tú decides amarlo y respetarlo.
¿Sienten que lo que pasó con ustedes es lo que está pasando con la reciente separación de Romina Gachoy y Jean Paul Santa María?
G: Escuché que iban a llevar terapia, pero les aconsejo que busquen a Dios. Tienen una familia muy bonita, han logrado sanar el corazón de dos niños tan lastimados, así que espero que Dios permita que ese matrimonio se salve.
En el caso de Romina y Jean Paul no hubo infidelidad, pero hay otros casos conocidos donde sí lo hubo. ¿Perdonarían una traición?
G: No. Una infidelidad, violencia física o psicológica es algo que no se debe permitir ni perdonar.
K: No. Sé los valores que tiene mi esposa, además por mi cabeza no pasaría poner en riesgo a mi familia, eso no lo haría por nada del mundo.
Por cierto, Christian Domínguez reconoció que había sido infiel en el pasado porque no sabía decir que no a las ‘tentaciones’. ¿Qué les parece su respuesta?
G: Me parece una expresión sumamente inmadura porque el hombre inmaduro es quien no valora a la mujer que tiene al lado ni tiene la capacidad de decir que no.
Tentaciones siempre hay, tanto para el hombre como para la mujer. ¿Alguna vez han caído en alguna tentación?
G: Lo que pasa que Kike, más allá de mi esposo, es mi amigo. A mí me gustan mucho los hombres mayores e inteligentes. En mi rubro (carrera de Derecho) hay jueces, letrados y personas que son muy intelectuales académicamente hablando y que en mí despiertan admiración. Por ahí recibo invitaciones y todo ello. Si te dijera de quién... te mueres, pero lo bueno es que son respetuosos, no te exigen y entienden lo que es un sí o un no.
¿Qué les respondes cuando recibes estas invitaciones?
G: Yo la tengo clara. Yo me mato estudiando no porque tenga la consigna de involucrarme con un magistrado, sino porque sé a dónde voy a llegar a estar en unos años. Más allá de las tentaciones que siempre hay, pues soy una mujer guapa... la tengo clara y mi familia no la cambio por nada.
K: Este mundo está lleno de tentaciones. Uno es de carne y hueso. La carne es débil, pero cuando algo jala mi ojo, pienso automáticamente en mi esposa.
Kike, ¿eres de marcar ‘territorio’ con Génesis?
K: Leo sus mensajes, me pongo a ver y veo las invitaciones que le hacen, pero es normal porque mi esposa es una mujer guapa. No los ‘parcho’, pero cuando veo que es muy intenso de invitarla a salir... ahí sí los bloqueo. No temo nada porque sé que mi esposa sabe que la familia no es un juego y el matrimonio es un compromiso.
G: Yo no bloqueo cuando le escriben a mi esposo, pero cuando veo que su foto de perfil no es su cara, sino sus nalgas, ahí sí las bloqueo. No soy celosa, ni tampoco soy de llamarlo cuando sale ni pido su ubicación.
Por cierto, con la crisis que pasaron, ¿también descuidaron su relación íntima?
G: Mucho... y eso que yo soy sumamente coqueta. Me gusta el tema de la sensualidad, pero había perdido la motivación. Antes nos íbamos a hoteles lindos y la pasábamos regio, pero ya habíamos dejado de hacerlo.
Sin embargo, ya superaron la crisis de pareja y me imagino que ya retomaron los engreimientos en la intimidad....
G: Sí. He desenterrado todas mis lencerías porque ya estaban bajo siete llaves. Han visto nuevamente la luz. Yo sé lo que le gusta y él a mí. Lo importante ahora es enamorarnos más de lo que ya estamos.
K: Sé que le gustan los viajes y escapadas a los hoteles, así que estoy buscando sorprenderla. Soy quien toma la iniciativa siempre.
Contenido GEC