Ethel Pozo afirma que no es celosa, es una mujer segura de sí misma y no acepta órdenes de nadie. Considera que su matrimonio es hermoso porque tiene a su lado un hombre que la respeta. Se encontraron en una etapa en que ambos saben lo que quieren y siempre se dan sus escapadas en pareja. Además, está feliz porque regresa este lunes 5 de febrero con la quinta temporada de ‘América hoy’.
Ethel, ¿te molesta que digan que estás en televisión por tu mamá?
No me preocupa. Cuando una mujer tiene éxito dicen que es por un hombre. En mi caso creen que es por mi mamá y no por un hombre, pero si el hombre está como conductor es porque lo merece, pero la mujer es por algo raro.
¿Fue difícil manejar esto de las redes, los haters, las críticas?
Me encanta. Me tomo, a veces, el trabajo de conversar con los haters en privado. Me gusta, hay como una adrenalina ahí. A veces nos ponemos de acuerdo, a veces no, pero siempre me gusta que escuchen mi punto de vista. Además de comentarles que están hablando de alguien que no conocen totalmente.
Pero hay gente, sobre todo en redes, que dice que tú eres de las que tira la piedra y esconde la mano, y el ‘trabajo sucio’ se lo dejas a Janet...
No, yo doy mi punto de vista. En el programa no es que le deje nada que yo quiera decir a ella, es mi punto de vista y casi siempre dista del que tiene Janet, somos muy diferentes, pero amigas y conductoras.
¿Dices lo que piensas?
Yo doy mi punto de vista, nunca me callo nada, nunca digo algo políticamente correcto, jamás. Digo directo lo que yo pienso y, a veces sí, soy una mujer autorregulada.
¿Nadie te sugiere qué decir?
Jamás, es más, no me gusta que nadie me diga que es lo que tengo que hacer u opinar en el trabajo, matrimonio ni nada, a mí me respetan en todo, pues soy hija única.
¿Ni en el matrimonio?
No, porque conocí un hombre que respeta eso en mí. A mí no me dan órdenes ni en mi trabajo ni en la casa, nos complementamos, yo tampoco las doy.
¿Se complementan?
Yo a mi esposo siempre lo trato como un churro, como un lindo, le digo ‘por favor’ y él también a mí.
¿Celosa?
No, nada.
¿Ya no?
Nunca lo fui.
O sea, si Julián le da ‘like’ a una fotito por ahí...
Sí, normal… no tengo nada de celos. Soy muy segura de mí misma y, además, lo tengo muy claro, pero es algo que no lo he trabajado, así nací, mis hijas y mi esposo lo saben. También creo que es porque he sido hija única, creo que el cariño lo he tenido para mí.
Acaban de cumplir un año de matrimonio, están en plena luna de miel...
Cumplimos en setiembre un año. Cuando se pueda, cada cierto tiempo es bueno ir de viaje juntos porque en el día a día no estás de luna de miel.
Hay que desconectarse de la rutina...
Nosotros somos papás de adolescentes y cualquiera que tenga un adolescente en casa sabe que es bravo, hay que estar con 5 o 10 ojos encima y eso deteriora a la pareja, pero tenemos esos pequeños momentos que compartimos y hacen que sea como inyección de vitaminas.
Es importante compartir tiempo en pareja...
Sí, para renovar el compromiso. Como te digo, en el día a día no estamos todo el tiempo enamorados. En nuestro caso todo el tiempo estamos hablando de los hijos, de lo que hay que hacer.
¿No han perdido el romanticismo, los detallitos?
No, estamos muy enamorados, gracias a Dios. Es que nos hemos conocido en una etapa en la que ya sabemos lo que queremos. Somos dos adultos que ya sabemos lo que no queremos y lo que sí necesitamos que funcione.
Tú siempre hablas de que no perdonarías una infidelidad...
Porque de chiquita sufrí mucho cuando a mi mama le tocó en dos oportunidades. A mi tía también le tocó pasar por algo así. Vi mucho dolor por ese tipo de cosas, así que sí soy bastante drástica, y mi esposo también. Creo que a cualquiera le toca y nadie está libre, pero hay que trabajar en el compromiso.
¿No metes las manos al fuego por nadie?
No, jamás. Mi esposo me tiene que cuidar a mí y yo a él, todo el tiempo. Cuidar en el sentido de que no se pierdan los detalles, que no se pierda el tiempo juntos, que no se pierdan los mensajitos.
Comentaste que tu deseo de ser madre nuevamente quedó postergado.
Totalmente descartado. Lo intentamos con mi esposo, pero luego lo analizamos bastante, además que no se pudo naturalmente y dijimos ‘estamos en una etapa bien bonita, mis hijas están grandes, el menor de los tres que es Cristóbal, su hijo, ya cumplió 10 años, así que todos entran a la adolescencia’. Mi hija entra a quinto de secundaria, estoy preparándola porque quiere estudiar fuera. Estamos en otra etapa, distinta a la de los bebés, a la de los pañales.
¿Te harías algún retoquito?
Por supuesto, en algún momento he dicho que me quiero reducir el busto porque de verdad que pesa. Las mujeres que son bustonas entienden de esto y duele la columna.
¿En qué momento de tu vida te encuentras?
En un momento muy contenta. Soy una mujer agradecida con Dios, con todas las bendiciones que me da, estoy muy enfocada en encaminar a mis hijas a que sean mujeres valientes, fuertes. Vivo un día a la vez, no sé cuándo me voy a ir de esta tierra, así que intento que cada día sea hermoso y me gusta también sentirme plena.
Es lo mejor...
Ahora también pienso en mí y digo ‘yo también soy superimportante’. En mi vida profesional, en mi vida amorosa, en la etapa de mamá estoy plena. Estoy en mi mejor etapa a mis 43 años, no quisiera ni siquiera ser más joven, estoy perfecta.
Por último, este 5 de febrero regresan con ‘América hoy’.
Este es el quinto año, estoy demasiado contenta. Y quiero volver, una se acostumbra, es mi familia televisiva y nos extrañamos, igual al público. El público nos da demasiado cariño con este programa, así que estoy bien contenta de volver.
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