Su vida es un realismo mágico. Porque actúa, enseña, compone, canta, diseña, produce, y todo eso que genera su talento es su trabajo. Andrea Luna es la ‘chica cruel’ que ha dejado a su novio en la puerta de la iglesia y se ha ido con un hombre mucho mayor, al que todos llaman, con justificada razón, su ‘sugar daddy’. La protagonista de ‘#Pobre novio’, telenovela que se transmite por Latina, vive un momento donde es el centro de atención de los televidentes y siente a diario que, una vez más, se instaló en el gusto popular.
Andrea, ¿qué te dice la calle?
Algunos me preguntan: “¿Por qué lo dejaste?”, o gritan: “Mándale saludos a tu ‘papuchi’”.
¿Esa forma de llamar a tu pareja es tuya o estaba dentro del guion?
Le he sumado ese término, como llamarlo ‘rey Arturo’.
Como la telenovela tiene su origen en Chile, se pensaba que podía ser por Arturo Vidal.
No sé nada de fútbol, pero como hay dos directores y uno es chileno, me lo dijo. También es mi ‘Tigre de Bengala’ por el color de sus ojos.
¿Alguna historia con un mayor?
No, no, esto es solo en ficción.
¿Dejarías plantado a un chico en el altar?
Mínimo se avisa.
Qué bueno que digas eso.
Hacer eso sería tener cero empatía y soy lo contrario.
¿O sea?
Siento el dolor y la emoción que puede estar pasando por los demás.
¿Te gusta ser mujer?
Soy feliz porque nunca fui hombre, je, je.
¿Qué es lo que más destacas de tu género?
Inspirar con mis personajes a otras chicas.
Transmites siempre fortaleza...
Y es lo que deseo que llegue a cada una, porque muchas la pierden porque se meten en relaciones tóxicas.
¿Cuál es uno de tus puntos en tu lucha?
La igualdad.
Pregunta obligada, ¿y el amor en tu vida?
Bien ahí, je, je.
¿El corazón se encuentra ‘ocupado’?
Todo tranquilo.
¿Sueñas con tener hijos?
No está en mis planes ser mamá.
Eres profesora de teatro. ¿Tres condiciones para ser actor?
Talento, compromiso y perseverancia.
¿Por qué lo último?
De cien por ciento de posibilidades de trabajo, te van a decir no el 99.
¿Tan complicado es?
Es estar siempre presentándose a casting y lo normal es que te comuniquen que esperes o que te van a llamar.
¿Algunos no aguantan tanta decepción?
Conozco jóvenes que se rindieron.
Imagino que para esta telenovela te convocaron y te dieron el papel en ‘una’.
No. Hice casting.
¿En serio?
Claro, y como todos los demás compañeros de esta producción.
¿Qué dejaste por esta ‘chamba’?
Una obra de teatro, que es algo que me fascina, pero no creo que uno deba hacer varias cosas a la vez y después una no la realizas bien.
¿Cuántas horas duermes al día?
Solo logro descansar 6.
¿Qué es lo que más necesitas?
Tiempo.
¿Qué anhelas?
Volver a mis clases de canto, poder ir al gimnasio.
¿Y cómo lo solucionas?
El fin de semana iré a la playa y podré dormir. Hago ejercicios en mi casa.
Te siento fresca, radiante y motivada.
En el Perú hay mucho talento y necesitamos más productoras, una industria cinematográfica y así podamos vender series o telenovelas afuera.
¿Y qué viene en tu música?
Con el cantante Diego Talvez saldremos con temas criollos, pero en cumbia.
¿Esos que son ‘cortavenas’?
Uno es ‘Mal paso’, también ‘Yo perdí el corazón’ y ‘Falso amor’.
¿Por qué el pueblo se pega tanto a esas letras?
Le gusta sufrir. Todos se identifican con un amor no correspondido.
¿Te has desgarrado el alma por algún noviecito?
Probablemente de adolescente dije que nunca más me volvería a enamorar.
Muchas gracias por esta conversación.
A ustedes y agradecerle a la gente el apoyo a ‘#Pobre novio’. Los esperamos de lunes a viernes después de ‘El gran chef: Famosos’.
Y se marchó a seguir grabando y con nuevos proyectos encima. Su historia y su forma de ir por la vida encajan en el pensamiento de la escritora estadounidense Maya Angelou, quien afirmó: “La verdadera feminidad es ser dura y persistente mientras eres gentil y compasiva”.
Es una chica de hoy. De las que no se detienen, que encuentran lugar para todo y espacio para sonreír y seguir trabajando. Es una dama empoderada que junta su talento con la disciplina y surge una mujer bella por lo que es y da. Como otras tantas veces, Andrea Luna está en el sueño popular y la sonrisa de la gente.
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