Raúl Romero es un ‘monstruo’ de la televisión. Ha liderado programas tan emblemáticos como ‘Erre con Erre’ y ‘Habacilar’. También es músico y autor de un himno popular: ‘Los patos y las patas’. En esta entrevista habla de estas dos pasiones que han marcado su vida. El popular ‘Cara de haba’ realizará un concierto este 1 de abril en el teatro Plaza Norte. Empecemos:
Eres un artista que ha recorrido varios géneros...
Más que recorrido, me he atrevido a visitarlos. Me gusta la música variada, mis letras me llevan a distintos estilos. Nunca me ha gustado la idea de meterme en un estilo determinado. Probablemente, el músico que se mete en un estilo determinado termina haciéndolo muy bien, se especializa y lo hace bien. Estar en muchos estilos te quita profundidad musical, pero te divierte más. Para mí es más divertido.
¿Cuáles fueron tus fuentes primarias?
Yo pasaba de Rolling Stone a Django. En esa época era así. La especialización que hay ahora no existía. Nunca he usado o consumido ningún estilo en especial. Tuve mis épocas de más salsero, pero escuchaba baladas, escuchaba rock. Era muy abierto a la música.
Tu primera producción es del 89, ¿cómo era hacer música en esos años?
Había pocos estudios caseros. Eran caros y había pocos. Encontrar un estudio de calidad solo lo tenían los estudios grandes que grababan con disqueras.
¿Por qué crees que tus canciones han sobrevivido al tiempo?
Por la gente. La gente lo hace perdurar.
¿Por qué?
Les gustará, pues. No es que la canción tenga una clave secreta. Tú tiras una canción que a ti te gusta y puede tener éxito o no. Entonces, tiene éxito y la gente la lleva con ella y la conservan. Y a veces nacen sus hijos y se las enseñan. Hay radios que siguen pasando música de aquellas épocas. Yo creo que es una suerte.
¿Me dices que te gusta componer, cual es el tema que te ha costado más escribir o el que le tienes más cariño?
De hecho, mi carrera está acompañada por ‘Los patos y las patas’. Es un hit, la gente me lo pide, la gente la canta muy linda. Yo recuerdo mucho cómo la compuse.
¿Cómo fue?
Estaba regresando de la playa, llegué a mi casa con la idea preparada, agarré un teclado e hice la canción. La letra salió muy rápida. Quizá esa es una canción modélica de cómo compongo. Algo me inspira, me lo guardo, si me acuerdo hago la canción, si me olvido la canción se me olvida por siempre.
¿Y así se te han perdido buenos temas?
Sin duda.
¿Lo mejor de tu repertorio se te ha ido por olvidadizo?
Tampoco seas sapo, ya me quieres matar ja, ja, ja. ¿O sea lo que salió no era tan bueno? No sé sí lo mejor, pero sí había buenas.
¿Desde ‘Los patos y las patas’ cuánto ha cambiado el Perú?
Un montón. Nos peleamos más, pero estamos más integrados.
Raúl, ¿consideras que un músico debería tener conciencia social o una postura política?
No. No me parece. Un músico debe tener sentido musical y construir, crear cosas para los demás o para su propia diversión, y si a los demás les gusta, bacán. Nada más. El músico ni siquiera tiene que ser humilde. En Perú dicen: ‘oye, este cantante me encanta porque es humilde’. No es un valor relacionado con la música.
A Gian Marco le dan con palo porque dicen que no es humilde, que es sobrado. Y pasa con otros artistas…
No lo conocen. No nos conocemos. Conozco a Pedrito, a Gian Marco, porque son de mi entorno musical. Pero hay músicos que ves todos los días y no los conoces. Le haces una entrevista y no lo conoces, le haces dos y no lo conoces. Digamos, un artista tiene 20 o 30 años de vigencia, te dio canciones memorables, le dio éxitos al Perú, pero dicen: ‘no es humilde’. ¿Qué? ¿Va a ser tu pata?
Tú eres la otra cara, mucha gente te reconoce por humilde, bromista, campechano…
Insisto, esa es una casualidad. Yo podría no ser humilde, pero mis canciones están ahí. Tú no tienes por qué disfrutar más o menos ‘Los patos y las patas’ porque ese señor que la compuso es más o menos humilde. No es un tema musical.
¿Has visto cómo lapidan a Pedro Suárez Vértiz por sus comentarios en Facebook?
No quiero comentar esas cosas, cuñado. No me cambies el carácter de la entrevista.
Hay una percepción equivocada, era a lo que iba. Se juzga sin conocer realmente a la persona...
A lo que voy es que, si el artista es humilde o no, es insustancial. A mí no me importa si Mick Jagger es humilde o no es humilde. No me importa si Chayanne es humilde o no es humilde. No tiene nada que ver con su música. No tiene relación alguna con su obra. En Perú estamos obsesionados con si el artista es humilde o no es humilde.
Estás incursionando en YouTube, con un programa de viajes...
‘Ven conmigo’. Me encanta hacerlo.
¿Es una manera de reinventarte?
Mira, dejé de hacer televisión hace muchos años. Me propusieron hacer un canal de YouTube y acepté. No digo que sea reinventarse o no reinventarse, o una segunda etapa. Simplemente lo hago.
¿Te has dado cuenta de que las nuevas estrellas de este país saltan de las redes sociales?
En el mundo. Sí. Hay gente muy talentosa, muy simpática, tiene formas de hablar, muy creativas. Lo que ha cambiado es que ya no hace falta el canal de televisión, toda esta organización elefantiásica para liberar un contenido, para verter un contenido, eso ya no hace falta.
¿Ves tv de señal abierta?
Muy poco.
¿Por qué?
Porque yo tengo un sistema para seleccionar contenidos, grabo cosas, grabo lo que me gusta. A veces grabo cosas de señal abierta, pero no me siento a ver señal abierta y cambio de canal para ver si encuentro algo, eso ya no lo hago.
¿Qué ha pasado con la tv peruana en los últimos años, cuál es tu observación?
Yo creo que no es con la tele, es con la gente. La gente ha cambiado. La gente accede a contenidos por todos lados. El modo en que la tele te vierte contenidos ha sufrido la irrupción de estas nuevas formas y entonces ha entrado en competencia con otras formas.
¿Somos menos exigentes como televidentes?
No sé, hermano. No quiero hacer mucho análisis porque no soy un experto en el tema. Creo que el mundo está lleno de opinadores, y no tengo esas cosas muy analizadas.
¿Te gusta ‘Hablando huevadas’?
Los veo cuando me mandan cosas, no los sigo. Son referentes. Son geniales. Además, son como son y a la gente les encanta. Hay gente que ha adquirido ese gusto y cuando ven a otros que no hacen las cosas de esa manera, no les gusta. Eso significa que han impuesto humor.
En las redes sociales te lapidan con facilidad, te pasó hace poco con lo que hiciste con un celular...
A mí no me ha lapidado nadie.
Te criticaron.
¿Quién?
En las redes sociales...
A mí no me ha lapidado nadie. Esta cara no es de piedra ja, ja, ja. Yo no siento que me haya lapidado nadie. El tema es cómo paseamos por esas redes. Tú afirmas que me han lapidado, pero no es así. Hay gente que opinó a favor y en contra.
Hablaba con la facilidad con que la gente en redes juzga, critica...
Claro, pero no lapida. Quiero decir, cuando uno dice ‘te lapidaron’ lo que está viendo es a la persona al frente y lo está viendo lleno de piedras, lo han herido... y no es así.
No hablo de manera literal...
Tampoco hablo de manera literal. Pero cuando tú hablas de que me lapidaron, estás hablando de que la gente me hizo un daño. Pero el daño existe cuando tú acusas recibo. Pero el acto de sentarse y escribir opiniones insultantes, atacantes, es un acto que comienza en el usuario y se dirige a la red, nada más. Si yo no leo esos comentarios, porque no los leí, nadie me ha lapidado. Lo que tú has visto es gente tirando piedra, pero no has visto un artista recibiendo piedras, porque yo no leí.
¿Por qué crees que los cantantes jóvenes tienen dificultades para internacionalizarse?
Nosotros también lo tuvimos. Perú no exporta artistas.
¿En qué hemos fallado?
El mercado. No hay una industria interna.
Como Colombia o Argentina...
Ellos tienen una industria interna. Las radios se la jugaron por los artistas. Las radios nos han abandonado. Sonar en radio es difícil. Es cierto que hay artistas que lo han hecho y tienen mucho mérito.
¿La radio sigue siendo importante, ahora tenemos nuevas plataformas?
La radio sigue siendo importante, pero mucho menos. La radio sigue siendo un vehículo importante.
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