Hace 9 años se cruzaron. Desde ese mismo instante, entendieron que la vida es muy complicada para caminar solos y que lo mejor era tomarse de la mano y darle pelea. Olenka Cuba y Leonard León van al encuentro del futuro, tienen una hija y al ritmo de cumbia, la chica que ama la salsa asume el rol de compañera para el día a día y también en su trabajo en la música. Una historia de amor contada por ambos.
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Olenka, ¿cuántas broncas terribles?
Como toda relación ha habido problemas, pero nunca hemos peleado porque se metió una tercera persona.
¿Entonces?
Por trabajo. Cuando no nos ponemos de acuerdo, surgen las discrepancias.
¿A qué te refieres?
Es que soy su representante, hago los contratos y lo que él ve como artista, yo lo veo desde lo administrativo.
¿Te preocupas en su imagen?
Claro, me gustaría que vaya al gimnasio, pero no le agrada.
¿Te fijas en sus alimentos?
Sí, porque antes que yo, ha comido cualquier cosa.
¿Qué le recomiendas?
Que se haga limpieza de cutis, pero no hace caso.
¿Algo más que le critiques?
Cuando discutimos, a los 3 minutos ya está haciendo bromas.
Autocritícate.
Soy resentida y no olvido.
¿Lo engríes con unos buenos platos?
Soy cero en la cocina.
¿Y él?
Es muy bueno y ahí es el único lugar donde es ordenado.
¿Su mejor ‘presentación’?
La sopa de pollo, con harta verdura.
¿Fanática de la limpieza?
Así es. Reconozco que soy maniática.
Vamos a los inicios, ¿te rendiste al toque con sus encantos?
Demoró año y medio para estar conmigo.
¿En serio?
Me invitó a ir a Ica y en un hotel había separado un cuarto matrimonial.
¿Durmieron juntos?
No. Creía que era ese tipo de mujer a la que estaba acostumbrado.
¿Y qué ocurrió?
Descansé en esa cama, pero con mi amiga.
¿Qué concepto tenían tus amigas de ese ‘angelito’?
Me decían que era un pendej....
Lo veo bien, sigue avanzando.
Le he repetido: Una mujer te puede ayudar o también destruir, traer abajo.
¿Ahora cómo se porta?
Como todo profesional. Si toma, brinda con cerveza sin helar, para cuidar la voz.
Un abrazo y ahora es el turno de tu pareja.
Gracias por estar acá. La primera entrevista fue cuando recién nos unimos y ya pasó el tiempo y seguimos creciendo como pareja y familia.
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En un sofá color blanco, Leonard escucha las declaraciones de su mujer y a veces interrumpe con una broma que rompe la formalidad de la charla. Es así, creo que es su sello de muchacho alegre y divertido.
¿Ella maneja tus finanzas?
Es mi manager, ya aprendió el negocio.
¿Discrepan mucho por temas de ‘chamba’?
A veces, pero es terca como una mula y nadie la hace cambiar.
¿Y es igual con las broncas familiares?
Demora 48 horas para que se le pase la rabia.
¿Un defecto?
Es bastante seria, no es jocosa y por eso chocamos.
Cuándo eso pasa, ¿te mandan a la sala?
Nunca. Eso sí, potito con potito.
¿Un detalle?
No puede verme que salga con la ropa sin planchar y tiene todo en su lugar. Eso también es una muestra de amor.
¿Un buen amo de casa?
Cocino y limpio.
¿Te ayuda en preparar la comida?
El otro día fui a recoger a mi hija al colegio y le pedí que apague la olla en cinco minutos.
¿Lo hizo?
Regresé y se había quemado todo.
¿Eres el más cariñoso?
Sí, pero con joda.
Me ha comentado que te costó conquistarla.
La rebauticé como ‘Potro salvaje’, difícil de montar.
Ese viaje a Ica, no salió como lo planeaste.
Yo pensé que sí aceptó, ya sabía a lo que iba.
¿Renegaste?
Me di cuenta que era una señorita, hasta en lo mínimo.
¿Por ejemplo?
No era de celebrar un chiste golpeándose las palmas de la mano con su amiga. Tenía otra educación.
Sus ‘pinkys’ le decían que eras un pendejo.
Pero bien que comían y tomaban cuando la acompañaban a mis invitaciones. Encima se iban ‘huascas’.
¿Se van a casar?
Si, reuniremos a la familia.
¿Qué has aprendido todo este tiempo?
Saber escoger a tu compañera de vida.
¿Cuál es tu orgullo?
Haber consolidado un hogar que ya lleva 9 años. Y ya vamos a ‘encargar a la cigüeña’.
¿Qué tema nuevo nos estás presentando?
Se titula ‘Una mujer como tú’ y va dedicado a todas las damas que son el complemento de todo varón.
¿Cómo llegamos a esa canción?
En todas mis plataformas y redes sociales.
Un apretón de manos y felicitaciones.
Un saludo a todas las mujeres de nuestro Perú, se merecen todo el respeto.
Los entrevisté cuando recién iniciaron su historia, hoy con una hija, los encuentro firmes. Creo que van por la vida con la filosofía de don Mario Benedetti: ‘Porque en la calle codo a codo, somos mucho más que dos’.
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