Vivir en el arte y especialmente en la música, creando, cantando y alegrando, es un don que pocos tienen y es un trabajo que exige talento, pero también esfuerzo. Los ‘Hermanos Silva’ hace 19 años surgieron en Trujillo y en el interín de crecer y ser una orquesta a nivel nacional, se encontraron con sorpresas, sonrisas y alguna decepción.
Carlo Antonio y Diego Martín, abogados y músicos, tienen mil historias vividas en estas casi dos décadas alegrando el alma de la gente.
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Carlo, ¿la máxima locura para sacar adelante a la orquesta?
Hipotecamos la casa de nuestros padres para comprar el bus del grupo.
¡Eso si fue un riesgo gigante!
El banco nos prestó casi 130 mil dólares.
¿El papá autorizó?
Como era de esperarse, empezó a preguntar los detalles y le respondimos que esté tranquilo, con trabajo cumpliríamos con las cuotas.
¿Y cómo va eso?
En un año cancelamos todo. Aunque por los intereses, casi hemos pagado dos buses.
¿Les han ‘cabeceado’ con el pago de una presentación?
Una vez nos llevaron al distrito de Paiján y el local estaba lleno de gente. Cuando voy a cobrar, el empresario que nos contrató me pidió que lo espere media hora para que cuadre caja.
Sigue…
Volví después que pasó el tiempo y me dijeron que el señor ya no estaba. Lo llamé, no respondía y después, tenía el teléfono apagado.
¿Qué hiciste?
La gente estaba disfrutando y bajé a la orquesta del escenario.
¿Al final te pagó?
Fui a buscarlo a su casa y no estaba. Tiempo después me pidió disculpas y hasta ahora nos contrata para tocar.
¿En una presentación ustedes saludan a todos o eligen a quién hacerlo?
Cuando estás en pleno concierto, al animador le dan papelitos para que envíen saludos. Lo hacemos sin discriminar a nadie, sea empresario, político o cualquiera que lo pida.
¿Nunca has tenido problemas con ese tema?
Cuando nos han contratado para el cierre de campaña de un candidato político, también dan papelitos para los saludos y una vez nos llegó el nombre de una persona y se le mencionó. Lo que no sabíamos es que era el candidato de la oposición.
Siempre te van a preguntar, ¿haces un filtro a los qué piden los servicios de la orquesta?
El trabajo del artista es divertir a la gente porque uno entrega música, así sea el Presidente de la República o quizá a un empresario o una persona humilde que juntó su dinero para darse el gusto de tenernos en su cumpleaños.
¿Eso significa?
Que uno hace un contrato y si te pegan lo que solicitas, cumples como profesional.
¿Has sacado gente de la orquesta?
Si tengo un talentoso que llega tarde, es irresponsable, lo saco. Y si hay un muchacho que quiere crecer, es disciplinado, lo apoyo. El otro me va a joder el interior del grupo.
Bueno, que sigan creciendo
Este trabajo es duro, me preocupo porque mis muchachos siempre estén bien. Y así como uno les paga puntual, exigimos profesionalismo. Esa es la clave para mantenernos tantos años con la preferencia de la gente.
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Diego ha escuchado a su hermano, asienta con un movimiento de cabeza cada historia que narra, pero ahora es su turno y revela las emociones vividas en este largo camino que viene recorriendo.
Diego, fue una locura como decidieron comprar el bus de la orquesta
Lo más increíble fue que teníamos poco tiempo de aprobado el préstamo y llegó la pandemia.
¿Y cuál fue la salida?
Como no se podía tocar, empezamos a ejercer nuestra profesión de abogados. Pero eso duró poco.
¿Alguna vez se presentaron en un local donde fue muy poca gente?
Fuimos al valle donde se encuentran las azucareras y como se estila ahí, cantamos las dos primeras canciones gratis.
¿Cómo es eso?
Se deja entrar a la gente y tocas, una vez que acabas el segundo tema, les dices que salgan y paguen su entrada.
Entiendo
Bueno, salieron y solo entraron cuarenta personas.
¿Qué había pasado?
La empresa donde trabajaban no había pagado la quincena y por eso no tenían para la entrada.
¿Volvieron al lugar?
Tres meses después y ‘reventamos’ el local.
¿En cierre de campañas políticas están bien pedidos?
Son los tiempos de mayor demanda de trabajo.
Aparte de interpretar sus temas, ¿les hacen otro pedido?
Nos ponen en la pauta que siempre debemos saludar al candidato.
¿Y han tocado para alguno que después ustedes no le dieron el voto?
Casi siempre, ja, ja. Pero hay otra cosa.
Dime
Casi siempre el que nos contrata termina ganando las elecciones.
Dirigir a un grupo de trabajadores siempre exige ser drástico en algunos temas
Exigimos disciplina porque nosotros no estamos para formar, trabajamos con profesionales. A nuestros hijos debemos formarlos, a los de la orquesta, no.
¿Algo que siempre tienes presente?
Los muchachos saben que detrás de ellos hay cinco personas que desean su puesto.
¿Un orgullo en estos diecinueve años?
Nosotros somos semilleros y hay chicos, que empezaron con nosotros, y hoy están en grupos importantes.
¿Y son agradecidos?
Hay muchachos que cuando nos ven, se desviven en saludo y respeto.
¿Y algunos por qué se van?
A veces no aguantan el trajín. Es que hay momentos que tocamos hora y media seguido y recién entra el animador y seguimos otra vez.
Un gran abrazo
A ustedes un saludo y a nuestros seguidores, las gracias por estar a nuestro lado todo este tiempo.