El cómico Miguelito Barraza espera que el técnico Juan Reynoso haya aprendido de sus errores y pueda plantear ante Argentina un mejor partido por las Eliminatorias. Además, espera que ahora pueda darle oportunidad a los más jóvenes, pues tienen hambre por alcanzar el éxito.
“La presentación de Perú en Chile fue desastrosa, terminé con mucha bronca por la derrota. Sin embargo, el fútbol da revanchas y espero que Reynoso aprenda de sus errores y la selección haga un partido distinto ante Argentina, a quien siempre le hemos hecho buenos encuentros”, señaló Miguelito Barraza.
¿Crees que es momento de los jóvenes en el equipo?
Claro, siempre son una alternativa para verlos en partidos decisivos. Tanto Grimaldo, Reyna y Quispe son muy talentosos y deben tener su oportunidad en el equipo. Yo recuerdo que en mis tiempos Challe y Mifflin siendo jovencitos demostraron su calidad en la Bombonera, en el 69 y fuimos al Mundial.
¿Ambos eran de tu barrio?
Sí, de Magdalena. Nosotros hemos jugado juntos al fútbol, yo no era tan malo, tenía mis cositas, y terminábamos enterrados porque jugábamos en un pampón.
¿Pudiste ser futbolista?
Me gustaba mucho jugar al fútbol, pero el arte me ganó y ahí me desarrollé mucho mejor.
¿Y cuándo saldrá la película ‘No vayan’ que grabaste con Melcochita?
Será en noviembre de todas maneras, en unos días anunciaremos la fecha y se va a estrenar en todo el Perú. Es una comedia familiar que nadie debe perderse.
RECUERDA AL ‘GORDO’ CASARETTO
Lo recuerda con cariño. Miguel Barraza fue entrevistado en exclusiva por Trome, en donde habló acerca de su juventud e inicios de su vida artística. Además, no dejó de lado a su compadre, el recordado ‘Gordo’ Casaretto, quien falleció en mayo de 2018.
El ‘Chato’ Barraza contó cómo conoció a Alejandro Romero Cáceres. Con la chispa que lo caracteriza reveló que la primera vez que vio al ‘Gordo’ fue en una pelea de gallos:
“Ahí él toreaba gallos, los gallos saltaban y los que morían, se los llevaba para comer, ja, ja. Era un tipo criollo, tenía una gracia”.
Además, recordó que aquel día se atrevió a pedirle prestado dinero y en ese momento se dio cuenta de que Casaretto era una persona con un sentido del humor único.
“Un día por fregarlo le dije ‘¿puedes prestarme cien soles?’ y me respondió ‘¿hasta cuándo?, y le digo ‘solo hasta fin de mes’, y me dice: ‘hasta cuando te dejas de cojudeces’, ja, ja. Tenía mucha chispa, era graciosísimo, yo lo adoraba, lo recuerdo mucho, lo extraño”.