“Esta sed de amor que siento por ti, esta y muchas cosas que me harán feliz, te daré mi vida, te daré mi amor, toditos mis sueños, toditos mis sueños, toda mi ilusión...”, ¿quién no ha bailado y cantado a pulmón ‘Sed de amor’ alguna vez en su vida? Y es que Marisela Puicón es así. Deja huella por donde pisa y no cree en los sueños imposibles. Todo lo consigue con talento, compromiso y mucho swing. Ha participado en las exitosas películas ‘Pantaleón y las visitadoras’ y ‘Días de Santiago’, en la telenovela ‘Vírgenes de la cumbia’, y en la serie ‘Al fondo hay sitio’ y la lista sigue creciendo. Además, es empresaria y coach profesional. Ahora está dispuesta a contarlo todo, ¿cómo le va en el amor?, ¿por qué se mudo a Estados Unidos?, y ¿qué pasó realmente en ‘Caso cerrado’?
Marisela, ¿siempre quisiste ser artista?
Desde chiquita, toda la vida. Lo primero que me preguntaban cuando era niña, era qué quiere hacer de grande y yo decía quiero ser actriz y cantante. Más adelante supe que eso era teatro musical ja, ja, ja.
Empezaste a cantar jovencita...
Sí, claro. Primero estuve en la orquesta de Tito Chicoma y luego me jalaron a la orquesta de Alberto Viena. Y ahí terminé de descubrir que la música era lo que me apasionaba.
¿Qué género cantabas?
De todo en verdad. Baladas, boleros, algunas cumbias. Esas canciones que casi casi y te cortas las venas ja, ja, ja.
¿Fue difícil decirle a tus papás que querías ser artista?
Es que la vena artística la tenía desde muy chiquita, no había actuación donde no participara, entonces creo que se veía venir. Pero cuando salgo del colegio y le digo a mi mamá que no iba a ir a la universidad porque quería ser cantante, mi mamá dio un grito en el cielo. No estuvo de acuerdo hasta que me vio actuando en el teatro.
¿No intentó convencerte de estudiar en la universidad?
Sí, claro. Ella seguía insistiendo que debía estudiar Administración, pero yo seguía estudiando para ser artista. No había talleres donde me metiera. Mis tíos, de parte de mi papá que estaban muy presentes porque mi papá falleció, también se metían y decían “¿Estás segura? Piénsalo bien, mejor una carrera más sólida, la vida del artista es muy inestable”. Mi tío Juan de Dios fue el único que me apoyó en ese momento. Me llevó de la mano al teatro cuando tenía 15 años.
¿Crees que la muerte de tu papá marcó tu vida?
Mira, mi papá fallece cuando yo tenía 15 años y entré en una etapa de negación. Como él vivía en Estados Unidos, entonces yo imaginaba que estaba allá.
¿Y en qué momento te chocas con la realidad?
Cuando empecé a tener mis primeros encuentros con el sexo masculino, enamorarme, no sé, no tenía el feedback de un hombre, ¿me entiendes? Alguien que te diga cómo piensan, qué hacer, te de su perspectiva.
Él vivía en Estados Unidos, pero fue un papá presente...
Sí, claro, nunca se descuidó de nosotras. Venía por temporadas y siempre estuvo muy pendiente de lo que necesitáramos mi mamá, mi hermana y yo.
Tu mamá fue padre y madre entonces, ¿qué recuerdo de ella te estruja el corazón?
Hablo con mi ‘gorda’, como le digo de cariño, todos los días. Recuerdo clarito que cuando yo llegaba del colegio, me demoraba en tocar el timbre para que me abra la puerta porque me encantaba escucharla cantar. No quería interrumpirla ja, ja, ja. Creo que el sueño de mi madre fue ser cantante y el de mi padre ser actor, porque posaba muy bien en sus fotos.
¿Qué crees que han dejado para la vida adulta de Marisela?
Los valores humanos que tengo, la constancia, la perseverancia, la terquedad, el amor propio, nunca bajar los brazos y trabajar por lo que quieres. El amor por la familia también.
Marisela, la mayoría de tus personajes han sido coquetos y pícaros, ¿también eres así en la vida real?
Soy seria y cohibida con el lado masculino. Siempre he puesto seis metros de distancia, ja, ja, ja.
Eso quiere decir que eres una mujer difícil de conquistar...
Probablemente. Me lo han dicho muchas veces.
¿Lo primero que te atrae de un chico?
La energía que fluye por su mirada y lenguaje corporal.
¿Estás enamorada?
Súperenamorada de mí.
¿Qué tan celosa eres?
Antes sí, ahora ya no. Las elecciones también tienen mucho que ver. Cuando eliges mal o por apurada aparecen las dudas y desconfianzas.
¿Crees que las exparejas pueden ser amigos?
Por supuesto, yo tengo un montón, ja, ja, ja. Me encanta ser amiga de mis ‘ex’ porque hay historia, confianza, te conocen. Con dos de ellos no pasa nada porque se portaron demasiado mal conmigo, pero en general sí me llevo bien, me gusta saber de sus vidas, que les va bien, que son felices. Me gusta saber que superaron muchas cosas y nos reímos de las tonterías que pudiéramos haber hecho.
La primera película que hiciste fue ‘Pantaleón y las visitadoras’ y ahí también fue tu primer desnudo...
El primero y el único ja, ja, ja. Y eso porque en el fondo ahí solo mostré la espalda. Además, todo fue muy profesional.
¿Te costó mucho?
Sí, muchísimo. De hecho, fue el primer gran reto que tuve que superar en mi carrera. Y eso que yo ya estaba formada en tablas (teatro) para ese entonces.
¿En algún momento dudaste de hacerlo?
Mira, en ese momento tenía un enamorado que era del medio, era productor y le consulté. Me ayudó a poner sobre la mesa todo, me preguntó ¿en qué te va a beneficiar?, ¿en qué te va a perjudicar?, ¿qué quieres hacer después? Me ayudó un montón. Luego le consulté a mi mamá y mi hermana. Mi hermana me apoyó, me impulsó, hasta me dijo ‘yo voy a hablar con mamá'.
¿Recuerdas cómo fue el detrás de cámaras de la escena?, ¿te pusiste nerviosa?, ¿quisiste abandonar todo?
Recuerdo que estaba súper, pero súper, nerviosa. Y como estábamos en la selva, no solo transpiraba por el calor, sino por los nervios. Todo mi cuerpo estaba recontra mojado. Trataron de cubrirme lo más que pudieron, pero el sudor hacía que todo se despegara de mi cuerpo. Finalmente lo hice totalmente desnuda, aunque eso no se vio en pantalla porque fue muy bien cuidado. Fue un susto para mí ja, ja, ja. Creo que la escena quedó en la segunda toma. Ese fue el reto más fuerte que tuve. Todo lo que vino después no me afectaba.
¿Y volverías a hacerlo?
Sí, claro que sí. Pero tendría que ser algo bien profesional, superar la valla de Pantaleón. Igual, como lo hice en ese momento, tendría que evaluar muchas cosas. Por ejemplo, qué va a aportar a mi carrera.
Después de ‘Pantaleón y las visitadoras’ llega ‘Días de Santiago’, película con más de 30 premios internacionales, ¿en algún momento imaginaste el éxito que tendría?
No, para nada, porque rodamos la película en el 2002 y recién se estrena en el 2004. Entonces pasaron los años y una ya está en otras cosas, dedicas tu vida a otra cosa. Decíamos ‘En algún momento saldrá'. Y cuando la película se estrena fue un boom. Todo increíble, lo que vino después ufff, los premios. Fue una locura.
La telenovela ‘Vírgenes de la cumbia’ te acercó un poco más a los hogares peruanos. Al ser una producción musical, ¿te sentiste más cómoda con el personaje?
No, no, para nada. De hecho, cuando me proponen ser de antagónica en esta serie, recuerdo que preguntaba por qué tengo que hacer de mala ja, ja, ja. Es que yo ya estaba cantando, estaba girando en Perú con mi orquesta y ‘Sed de amor’ sonaba en todos lados, fue un éxito, entonces tenía temor de que hacer de mala afecte mi carrera musical.
Fue tu primer antagónico...
Claro, nunca antes había hecho de mala. Yo definitivamente quería estar en la serie, pero no quería ser antagónica, quería ser una de las protagonistas. Sin embargo, cuando cobra vida mi personaje María García, veo la reacción del público, el peso que tenía frente a las protagonistas, ahí me di cuenta la importancia de los antagónicos en las producciones. Es el contrapeso de la historia.
Y así te enamoraste del personaje...
Exactamente, terminé enamorándome del personaje. Además, quiero decir que ese personaje fue enviado del cielo. Cuando mi abuelita fallece, yo iba a dar un concierto esa noche, pero tuve que cancelar y ya no volví a presentarme en el lugar (Estación de Barranco), fue en el 2002. Y llega este personaje que se llamaba igual que mi abuelita ‘María García’. Fue una señal.
¿Crees en ese tipo de conexiones?
Yo creo mucho en la conexión que podemos tener los seres vivos con las almas de los seres que nos amaron y que se fueron, que ya están en otro nivel. Porque ellos trascienden a un nivel superior. Y con mi abuela siempre hubo esa conexión fuertísima. Cuando ella muere, yo le llevaba flores todos los domingos, y siempre le decía ‘Abuelita, por favor ayúdame con mi carrera’. Y fue un personaje favorito, lo querían mucho a pesar de ser la villana. Recuerdo que me decían ‘Ay Puicón cómo te odio, qué mala eres’. Y eso impulsó mi carrera musical, de hecho, más del 50% de las canciones que se cantan en ‘Vírgenes de la cumbia’ son de mi primer disco.
¿Alguna anécdota que recuerdes de la telenovela?, ¿todas se llevaban bien?
Me obsesionaba tanto con el guion y que todo salga bien, que solía ensimismarme. Recuerdo que andaba con mis guiones, y tú veías a Maricarmen y Carolina haciendo chacota antes de la grabación y yo apartada ja, ja, ja. Creo que en su momento se malinterpretaban esas acciones mías, porque yo estaba en modo ‘necesito hacerlo perfecto’, y muchas personas no lo entendían así y les chocaba. Decían que era creída, no digo que ellas dijeran eso, pero personas alrededor malinterpretaban mi actitud de aislarme para hacer un buen trabajo.
¿Eran muy amigas?
Creo que no éramos tan amigas porque había cierta rivalidad, no de mi parte porque yo solo pensaba en hacer mi trabajo perfecto. Y probablemente eso se malinterpretó y quizás por eso no teníamos tanta afinidad. Pero después pasaron los años y con Tula nos hemos encontrado y hasta hemos trabajado juntas. Con Carolina hemos hecho teatro. Les tengo un gran cariño. Con Maricarmen no podría decirlo porque no hemos interactuado luego de ‘Vírgenes de la cumbia’. No nos hemos vuelto a juntar para conversar detrás de cámaras. No hubo la oportunidad. Pero siempre la he visto exitosa, muy bien, su carrera ha ido creciendo y he aplaudido eso.
Si se da la oportunidad, ¿te animarías a grabar ‘Vírgenes de la cumbia 20 años después’?
Yo feliz, no tendría ningún problema. El hijo de María ya tendría 20 años ja, ja, ja.
Y después llegó Purita de ‘Al fondo hay sitio’ para robarse el corazón de todos...
Ufff Purita. Es que yo la recreé un poco como mi hermana, no por el lado de las parejas, sino de la ingenuidad. Por el lado de que es sexy, sensual, sin saberlo. Purita me encantaba y la súper disfruté. También fue un reto grandísimo porque el primer día me pusieron a Diego Bertie y ¡Dios mío! Yo ya había trabajado una novela con él, pero a Diego y a todos que ya venían trabajando juntos como ocho años... ya tenían un ritmo laboral, etc. Ya de por sí eso era un reto, pero que te pongan a Diego en el primer día... y encima con beso... ¡Dios! Me moría de miedo de no hacerlo bien. Para mí, Diego era un monstruo actoral.
Fue uno de los últimos personajes que interpretó Diego...
En verdad fue lindo y agradezco a la vida por haberme dado esa oportunidad y confianza. Bueno, Toñito Vega fue mi profe y obviamente confiaba en mí, además habíamos trabajado en Vírgenes.
Sé que esta pregunta es bien cliché, pero ¿a cuál de todos los personajes que has hecho le guardas más cariño? Siempre hay uno...
Yo elegiría dos. Definitivamente María García y a Purita. No, no, espérate, espérate, Elisa (de ‘Días de Santiago’) también es un gran personaje para mí, no puedo dejarla de lado.
Ahora hablemos de ‘Sed de amor’, un éxito total que se escuchaba en todos lados...
Estoy agradecida infinitamente al público peruano, porque no solamente la escuchan en Perú, sino en países de Europa, en Estados Unidos. Vivo infinitamente agradecida a la vida por haberme puesto esa canción en el camino. Me llegan videos de TikTok de gente bailando en fiestas, de Djs. Y me dicen ‘Oye, regresa, tienes que volver a cantar’. Y si lo he evaluado, pero hay otras prioridades en el momento. Uff, ‘Sed de amor’ me ha dado tantas alegrías, pero fue un trabajo de hormiga. En el 2000 no existía Spotify ni iTunes, entonces tenía que caminar con mis discos en la mochila, en caja, en la mano, visitando cada radio de cada ciudad en Perú.
Marisela, después de tanta fama, de haber vuelto a la palestra con Purita, ¿por qué decides irte a Estados Unidos?
Vino la pandemia y como no solo soy actriz, sino también empresaria y tenía mi empresa dedicada al mundo del entretenimiento desde el 2011, pero cuando llegó la pandemia lo último que se reactivó fue el rubro del entretenimiento. Como empresaria me afectó mucho. Y una de las metas que había dejado de perseguir, por dedicarme a emprender, era cumplir algunas cosas que he venido a cumplir. Y como todos me hice la pregunta de qué sigue, o sea si te botan la vaca por el precipicio, con qué te quedas. Me botaron la vaca por el precipicio y dije ‘Ya, ok, esta es la oportunidad. Basta de miedo, sobre todo al inglés y vámonos’ ja, ja, ja.
¿Así comienza tu historia con el Coaching?
En realidad, recuerdo que cuando estaba grabando ‘Al fondo hay sitio’ yo ya estaba estudiando Coaching. Tengo dos certificaciones, una peruana y una argentina como coach profesional.
Eres una artista que nunca se metió en escándalos, salvo por la polémica con el programa ‘Caso cerrado’...
Qué bueno que lo mencionas porque quiero aclarar ese punto porque hay mucho público que ha recibido la información equivocada. Se ha tergiversado la realidad porque como actriz cumplí con mi trabajo actoral, que era representar un personaje de alguien que no podía presentarse ante cámaras y ahí muchos han tergiversado diciendo que yo me había hecho pasar por otra persona, lo cual no es cierto. Hace mucho tiempo atrás dije no voy a volver a tocar el tema, pero ya que lo traes a la mesa, lo aclaro. Yo no me hice pasar por nadie, a mí me contrataron como actriz, para representar un caso real.
¿Crees que esos comentarios afectaron los proyectos que tenías en carrera?, ¿te cerraron puertas?
En esa época yo no tenía el manejo emocional que tengo ahora y me afectó personalmente. Caí en una depresión muy profunda por todo lo que inventaron, por todos los comentarios malintencionados que generaron respecto a mí como profesional y también como persona. Conductores malintencionados se burlaban de mí, dijeron cosas más de la cuenta y caí en depresión. Tuve ayuda con mi psicoanalista de ese momento porque no tenía el manejo emocional que tengo ahora. Pero bueno, pasó y lo superé, seguí adelanto. Y por supuesto que afectó mi carrera musical. Me atacaron, me insultaron, me bullearon, maltrataron mi carrera. Y cualquier persona que no tiene las habilidades para manejar esas emociones puede llegar a suicidarse. Hoy me río pero sí me dolió muchísimo.
¿En algún momento sentiste que era injusto de parte de público peruano por creer o lanzar ese tipo de comentarios tras el programa de ‘Caso cerrado’?
No quiero echarle la culpa al público porque siempre me han dado su apoyo y el público merece mucho respeto. Yo hablo por quienes comunicaban la noticia. Hubo muchos periódicos, páginas webs, pero sobre todo los conductores. No sé si era rabia lo que ellos emanaban por su boca, no sé si era rencor o envidia, pero no daban una noticia con cariño, sino para hacer que el público odie más a la persona o a la profesional. Creo que hay una línea muy delgada entre lo que es comunicar y lo que es simplemente tirar una noticia por tirarla y burlarse.
Cambiando de tema, ¿te gustaría regresar a la actuación?
En realidad aquí también estoy haciendo un poco. Y si te refieres a Perú, he hecho audiciones para un par de películas y una serie, y me aceptaron y todo, pero lamentablemente se cruzaron los horarios y no pudimos concretar, pero la puerta siempre está abierta para regresar a actuar y seguir haciendo lo que más amo.
¿Es difícil entrar a la industria en Estados Unidos?
Acá es un camino largo, porque no te conocen, por el idioma, etc. Aquí la industria es gigantesca, hay que tocar muchas puertas, prepararse mucho, estudiar el idioma y costumbres del país. Y ser muy paciente.
¿Crees que el Coaching cambió tu vida?
Ha aportado mucho en mi vida, me ha ayudado a lanzarme a hacer cosas que antes no lo hubiera hecho. Me ha ayudado a desarrollarme como emprendedora y empresaria, definitivamente.
¿En qué proyectos estás?
El próximo viernes 5 de abril, en el marco del Día del coach, realizaré un webinar gratuito. Pueden inscribirse en este link https://mariselapuicon.com/index.php/webinar/ Y si quieren saber más de mí pueden entrar a mi página web www.mariselapuicon.com Y en Instagram, Facebook, TikTok y Youtube estoy como @mariselapuicon
Para cerrar, eres coach, empresaria, cantante, actriz y la lista sigue, ¿cómo se describiría Marisela Puicón?
Un ser humano que está en búsqueda, que está construyendo su sus metas. Un ser humano que jamás va a dejar de aprender, que le encanta ser curiosa, que le gusta hacer justicia, el orden, es sensible, apasionada, exigente y divertida. Todo eso es Marisela Puicón.
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