Mario Hart y Korina Rivadeniera, dentro de poco, cumplirán un año de casados y aunque mucho se especuló sobre su matrimonio, han respondido a sus detractores con el amor que siente el uno por el otro. Ahora la pareja va consolidando su relación con sus momentos buenos, regulares, celos y algunas peleítas; sin embargo, apuntan hacia un mismo norte: seguir juntos por los siglos de los siglos.
¿Los problemas que han afrontado (deportación de Korina) fortalecieron su relación?
Mario: Muchísimo como pareja...
¿Y personalmente?
M: Hemos aprendido muchas cosas.
Korina: Fue un cambio total. Conocí a muchas personas buenísimas que me dieron su respaldo y estoy agradecida.
Han comentado que quieren ser una ‘familia conejo’... ¿persisten con esa idea?
M: Ella quiere tener 8 hijos.
K: Ya no, ya bajé a 4.
M: Pero yo de 3 no paso. El último va a tener que ver con quién, ja, ja, ja... mentira, mi amor, es una broma.
¿Cuándo piensan ser padres?
M: Lo más bonito es planificarlo, esperamos que sea el próximo año, pero lo encargaremos este y que nazca en el 2019. ‘Kori’ tiene muchos proyectos y estando embarazada se le haría muy difícil. Creo que estamos en la edad ideal para ser padres y un hijo sería una bendición.
¿Existe mucha presión?
M: Sí, mi mamá.
K: Todos presionan horrible... todo el mundo dice: ‘¿Cuándo?, estamos esperando’. Mi mamá no tiene nietos y todo el tiempo me lo recuerda. Mi papá tiene un montón, pero igualito quiere que le dé a su nieto porque él lo va a criar. Nosotros vamos con calma, sin apresurarnos, cumpliendo nuestras metas trazadas para este año. Lo más seguro es el próximo año. No hay nada más bonito que un bebé, estaría feliz.
¿Y quién toma las decisiones en el hogar?
K: En un principio él se encargaba de todo, comprar, hacer los pagos y otras cosas, porque es el más organizado en la relación, pero ahora lo hacemos en conjunto, cada quien aporta y pone de su parte para los gastos de la casa. Sin embargo, con la llegada de un bebé, todo será diferente y tendré que asumir más el papel de ama de casa.
¿Cocinas?
K: Claro, cocino y bien rico. Lo único feo que me salió fue un lomo saltado, se quemó, estaba horrible.
M: Es verdad, cocina rico, sobre todo las comidas venezolanas.
K: También las de aquí, de todo un poco.
M: Lo hace una vez al mes, pero cocina.
¿Y Mario también entra a la cocina?
K: Sí, a veces ayuda... pero no cocina.
M: No sé ni hervir el agua, solo uso el microondas para calentar. Nunca me llamó la atención la cocina, nunca aprendí, nunca me enseñaron.
K: Con los hijos tendrá que aprender.
¿Se han ido a dormir peleados?
K: Una que otra vez.
M: A veces el sueño nos gana y seguimos de largo...
K: Pero la intención es que no nos acostemos sin darnos un beso, un abrazo, pero reconozco que me falta madurar en ese aspecto.
En el matrimonio hay que aprender a ceder...
K: Soy un poco orgullosa, es inmadurez. Soy consciente de eso, sé que debo cambiar y lo estoy aplicando poco a poco... ¿verdad, amor?
M: Eso es cierto.
¿Te han mandado a dormir al sillón?
M: Nunca. Soy poco de discutir.
K: En cambio, yo discuto solita, ja, ja, ja.
M: Yo prefiero no entrar en la discusión, sé que si contesto, puede durar semanas. Es mejor no hacer mucho caso al tema y pronto se soluciona. Cada día nos conocemos más y hay soluciones más rápidas.
K: Al principio teníamos más discusiones, pero ahora peleamos muy poco. Estamos más sólidos como pareja.
¿Y es muy celosa?
M: ¡Ufff...! Un poquito.
K: Ja, ja, ja... bueno, es cierto, soy celosa. Es un tema mío, pero a veces no puedo evitar controlar mis celos, mis impulsos.
¿Con escenas de celos?
K: Le monto mi mirada de cañón horrible, que lo quiero matar y me voy, eso es suficiente.
M: Escenas no hay, el reclamo ya es en privado, felizmente...
¿Hay motivos o es una mala percepción?
M: En el 99.99 % de las veces es mala percepción. De eso no se puede quejar, yo he cambiado muchísimo desde que me casé.
K: Eso es verdad, desde que lo conozco todo ha estado bien.
Pero en tus primeras declaraciones, cuando aún no eran pareja, sentías un poco de temor con Mario...
K: Sí, tenía como miedito, pero me fui dando cuenta de la calidad de persona que es, de cómo se comporta conmigo y bueno, cedí y quedé completamente embobada, hasta ahora.
M: Por los siglos de los siglos, ja, ja, ja.
¿Y trabajar juntos en ‘Combate’, no hace que su relación se desgaste?
K: Al contrario, nos hace falta más tiempo juntos.
M: No estamos todo el día juntos, cada uno hace lo suyo. Ahora el programa es un punto de encuentro. Yo también pienso que nos hace falta un poco más de tiempo.
K: A mí no me cansa ni me aburre tenerlo todo el día. Adoro pasar la mayoría de momentos con él.
Entonces, la propuesta de ‘Combate’ cayó perfecta...
K: Sí, yo no pensaba volver a la televisión y ahora que lo hice, me siento bien.
M: Igual que ‘Kori’, estoy contento de haber vuelto al programa que me dio la oportunidad de empezar en la televisión, se siente una muy buena vibra.
K: Es otra etapa, aprendemos cosas nuevas. También hay un proyecto de conducción junto a Mario.
M: Estamos en una nueva etapa y estoy aprendiendo a conducir al lado de Renzo y Gian Piero, y con los consejos de Cathy Sáenz (productora del programa).