Toca más de 25 instrumentos: cuerda, percusión y vientos. Es músico, multi-instrumentista, compositor y nominado al Grammy Latino 2014. Lucho Quequezana lleva las notas musicales en su ADN. Sufrió detenciones, rechazos, ganó poco, pero nunca bajó los brazos. Su pasión lo ha llevado a difundir su arte por Europa, Asia, Canadá y Estados Unidos, incluso se ha dado el lujo de dar un concierto para el emperador Akihito y toda la familia imperial japonesa. Con ustedes uno de los peruanos que se hizo desde abajo y hoy es embajador de la ‘Marca Perú’.
Músico que se respeta, no baila bien.
Bailo horrible.
Sí, pero no hago el ‘ocho’ con los brazos.
Toco desde adolescente y en mis ratos libres ensayaba. Casi no he ido a fiestas.
No soy cantante, pero me desprejuicio en el karaoke.
Allí la gente siempre te aplaude, ja, ja.
En mi carro, manejando, con las lunas cerradas estoy en un concierto.
En Lima, adolescente y con charango, no había forma de que se fijen en mí. Todas querían irse con el rockero, ja, ja.
Encima era tartamudo, por ello no era muy sociable y mi refugio era la música.
Era un desastre. Me escogían al gol. No la hacía en nada.
Depende de cuántos pisco sours.
Una romántica de José José, puede ser ‘Gavilán o paloma’.
La ‘chela’ no me genera ningún placer y el pisco lo tomo en ocasiones muy especiales.
Camilo Sesto.
Irakere de Cuba.
Las del disco ‘Buscando América’.
Todas. A ninguna le puedo decir que esa no.
Primero zampoña, de ahí charango.
Debo haberlo hecho, pero más que nada lo hacía en peñas.
Claro, que te llevan a distintos lugares a acompañar con tu música.
Me detenían a cada rato.
Debía cruzar el ‘Puente Santa Rosa’ y siempre estaba preocupado de que no esté el camión de militares.
Me llevaban a la comisaría, me detenían dos horas y yo era un escolar.
Explicaba que estaba en el colegio y vivía en el Rímac.
En el playlist de cualquier chico de universidad encuentras rock, salsa y cumbia.
Ya nos reconocemos todos como mestizos.
Al limeño de 20 a 25 años lo encuentras completamente orgulloso de ser mestizo.
Los Juegos Panamericanos fueron un mestizaje colectivo y orgulloso.
El paseo de los atletas, en las ceremonias, era de lo más aburrido y dije ‘voy a preparar un playlist con canciones populares del país’.
Hace 20 años era imposible que todo un coliseo cante un tema de ‘Chacalón’. Estamos más mestizos que nunca.
La empresa ‘Claro’ me presentó ese desafío justo cuando salieron los resultados para la segunda vuelta y el país estaba polarizado.
Entendí que la ruta era por los niños, que no tienen prejuicios.
El concepto del tema es: qué le diría un niño a su patria en su cumpleaños 200 y con sus palabras.
Me siento contento de que pueda realizar algo cada año, lo que hace tiempo ni imaginaba poder producir.
Las gracias a ustedes por la entrevista y al pueblo peruano celebrar nuestros 200 años de independencia.
Sin poses, respondiendo como viene, apelando a la sinceridad y dialogando sobre su gran pasión. Así luce Lucho, un músico que supo crecer en medio del obstáculo. Ya lo aseguró una vez Bob Marley: ‘Algo bueno de la música: cuando te golpea, no sientes dolor’.
TE PUEDE INTERESAR:
Contenido GEC