El arte, en tiempos de pandemia, se hizo más creativo que nunca. La salsa, que siempre levantó la bandera de la eternidad, sufrió temblores y sus ‘Hijos ilustres’ se reinventaron, con la esperanza de seguir de pie, aunque ya no sea haciendo lo que más gustan y mejor saben hacer. Robert Armas, director del tradicional grupo ‘Los Conquistadores de la salsa’, tuvo que poner un freno a sus actividades y vio a sus muchachos, salir a las calles a buscarse el pan de cada día. Él se encuentra instalado en Estados Unidos, preparando un nuevo disco y lleno de entusiasmo. El Covid lo preocupó, pero no lo venció.
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A mis muchachos les dije: ‘Es tiempo de sobrevivir’
En las calles encontraron un ingreso para sus hogares.
Algunos tenían su carro y se pusieron a hacer taxi.
Tenía algunos que eran profesionales y dejaron su carrera porque amaban hacer música; pero cuando todo ‘explotó’, entraron a trabajar a una empresa y uno de ellos ahora es gerente.
Jamás. Porque hasta en eso, arriesgas mi salud, de mi familia y la de los muchachos que me acompañaban.
En mi ausencia surgieron personas inescrupulosas que ofrecían la orquesta para tocar en algunos lugares.
Nosotros tenemos 24 años de trayectoria y no íbamos a arriesgar el prestigio por una o dos tocadas. Quien intentó eso, se estrelló contra un muro.
Me vine a Estados Unidos a producir un disco.
Si, porque la gente nos pide en Europa, también haré presentaciones acá en este país.
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Se va a llamar ‘Bailalo pegao’, todas canciones de mi autoría y las mezclas y masterización en Latin Pulse Music de Los Ángeles.
Tengo 24 años en el Perú, agradezco al país todo lo que medio, pero cuando compongo, me jala la tierra y aparece el lado cubano.
Tendrá mitad – mitad de cada país.
Eso no lo puedo asegurar, pero si estoy convencido que todos mis compatriotas, tienen swing.
Es el trago que pedía Benny Moré antes de ingresar al escenario.
Es una mezcla de Agua ardiente con miel de abeja.
Te metes un vaso y quieres meter la cabeza a la pared.
No esperaba que ‘Enamorado en la Habana’ gustara tanto.
A veces lo escribes pensando en un determinado momento de tu vida o una situación concreta, pero la gente lo entiende de otra manera y eso me gusta; porque cada quién debe sentirlo como mejor le guste.
Salimos con toda la seriedad y la emoción de siempre. Un abrazo a todos.
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